CELOS

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Kamill y Lilith detuvieron sus pasos por delante de 3 mujeres, la mujer que estaba en el centro tenía el cabello de color ceniza tenía estilo y elegancia pese a ser más mayor que las otras dos mujeres, pero no quedaba dudas de quien era la matriarca Becker, Lilith trago saliva porque evidentemente la mirada de aquella mujer estaba puesta en ella, al lado derecho estaba una mujer de aparentemente 40 años de edad y a la izquierda una hermosa rubia de ojos verdes, elegante que miraba a Kamill como si fuera una obra de arte que estaba saliendo recientemente de un museo, Kamill por su parte seguía sosteniendo fuertemente la mano de Lilith.

— Estoy aquí —. Expuso el chico de una manera un poco ruda, pero a Lilith aquello no le importo en lo absoluto, lo único que le estaba molestando era ver como la Barbie estaba devorando con la mirada a Kamill.

— ¿Y está quién es? .— pregunta la mujer del lado derecho Lilith podría jurar que es la madre de Kamill.

— Mi futura esposa Madre —. Kamill lo expuso con una pequeña sonrisa, pero la mujer a la que llamo madre parece no gustarle en absoluto la respuesta dada por su hijo.

— Sigue sin darte aquello de contar chistes, tu futura esposa es…

— Basta Marta, si mi nieto dice que ella es su futura esposa, es ella su futura esposa y punto, a ver querida pasa ven aquí —. La abuela de Kamill se apartó de las otras dos mujeres y se acercó a Lilith, pero fue Kamill quien no soltó a Lilith.

— Abuela, Detente, ya no soy un niño, nada más he venido porque sé que no tendría otra opción que está, así que si tienes algo que decirme te agradecería que lo dijeras rápido porque tengo otros asuntos que resolver —. Kamill se escuchaba muy tajante.

— Ay, Cállate niño ¿cómo puedes responderme a mí de esa manera? Recuerda que fui yo quien…

— Quiero estar a solas con mi novia.

— Pues tendrán toda una vida para estar a solas, mira cariño, ella es tu amargada suegra, ella es una amiga de la infancia de Kamill se llama Montserrat y yo soy Camila, puedes decirme Cami y nada de abuela.

— Mucho gusto Camila, soy Lilith —. La castaña estiró su mano y Camila por supuesto no dudo en tomarla.

— Kamill ¿Tienes 15 años, verdad? ¿Cómo es que ya estás pensando en matrimonio? —. Pregunta su abuela a modo de fastidiar.

— 18 años abuela, no fastidies.

— ¿Y tú cuantos años tienes querida? — pregunta Camila mientras avanza con Lilith hasta la sala y la rubia no pierde la oportunidad de interceptar a Kamill, pero Lilith lo pasa por alto después de todo solo eran amigos de infancia y la que lo quiere casar con ella es su madre.

— 18 años también.

— Vaya, entonces es una típica historia de adolescentes que se enamoran en la Preparatoria.

— Pues no sabría decirle si es la típica, pero de allí venimos —. Lilith sonríe mientras observa de reojo como Kamill tiene las facciones de su rostro endurecidas, mientras la rubia trataba de tomarlo de la mano.

— Bueno, Marta, deja a mi nieto que venga a mí, Montserrat podrías ir a dormir y…

— No pienso ir a dormir quiero hablar con Kamill.

— Bueno, vas a hablar con él cuando él quiera mientras yo iré a ver como va la cena, en un momento vuelvo Kamill para enfocarme en ti.

— De una buena vez te digo que no pienso aceptarte en mi familia —. Expuso la madre de Kamill.

— Y de una buena vez te digo que yo tomo mis propias decisiones, ¿por qué no vas y jodes en la vida de tu hijo Maximilian? Porque te recuerdo que tienes dos hijos, pero claro como olvidar que te olvidaste de tu hija.

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