MUERTE - CONTENIDO SENSIBLE

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Kamill observa a Monserrat desde la distancia la joven tenía el cuerpo cubierto por una diminuta prenda de baño, cuando escucha algunos pasos la mujer levanta la cabeza encontrándose con Kamill, la chica de inmediato se había puesto de pie sin ni siquiera realizar el intento de cubrir su cuerpo.

— Kamill — susurra ella con coquetería. — Tapate — ordena el chico de ojos verdes, pero Monserrat no tiene ni la más mínima de las intenciones de cubrirse.

—¿Por qué tendría que hacer yo aquello? — la chica estaba siendo descarado.

— Bueno, puedes desnudarte ante los Guardias, si eso es lo que quieres aquello definitivamente no tiene nada que ver conmigo y mucho menos me importa, mientras no sea mi mujer la que haga aquello no me importa en lo absoluto — Monserrat endurece sus facciones — Tú a mí no me importas.

— Kamill, somos amigos y…

— Tu amistad no me interesa, no quiero nada de lo que tú puedas ofrecerme.

— ¿Qué ocurre contigo? — la chica se tapa, sabe que no podrá coquetear con Kamill.

— Esa misma mierda te pregunto yo maldita desquiciada, eres una maldita perra ¿por quién me tomas Monserrat? Dime, carajo, por quien putas me tomas ¿Cuál es mi nombre, Monserrat? — la chica se asustó — Dime de una maldita vez, como es mi nombre.

— Kamill — responde ella con la voz temblorosa.

— Kamill ¿qué? — el joven tenía la mirada asesina.

— Kamill Becker — fue la respuesta de Montserrat.

— Sí, Kamill Becker, el hijo del líder de la mafia a la cual ustedes sirven ¿qué mierda te pasa por la cabeza?

— ¿De qué estás hablando Kamill?

— Fingir demencia conmigo no va en lo absoluto, dices que somos amigos, pero por lo que veo no me conoces para nada —. Kamill da un paso hacia ella.

— No estoy entendiendo nada, Kamill.— agrega ella.

— Te atreviste a infiltrar un video íntimo de mi novia conmigo, claro, no fuiste lo suficientemente estúpida como para sacar a la luz mi identidad, pero la de ella si ¿piensas que yo voy a dejarte ir tan fácilmente?

— Me siento amenazada por ella, Kamill yo te amo, siempre te he amado, pero tú nunca me correspondiste.

— No voy a corresponder jamás, no lo hice antes porque te veía como una hermana no lo haré mucho menos ahora que me das asco, es impresionante como una mujer destruye a otra mujer, para mí vales menos que una rata, el poco aprecio que yo te tenía, Montserrat se acabó, nunca debiste apuntar a ella, nunca debiste de hacer aquello, porque el disparo lo voy a recibir yo, la atacas, me atacas a mí, la tocas, me tocas a mí, ella es mi novia, ya sabes que fue mía, conoces las reglas, ya no hay temores tampoco voy a retroceder, no te quiero, nunca te quise y nunca lo voy a hacer.— los ojos de Montserrat se llenan de lágrimas.— el llanto de una mujer no me interesa.

— Detente Kamill, me estás haciendo daño con tus palabras.

— ¿Qué estás dispuesta a hacer por mí?.— Montserrat retrocede ante la pregunta de Kamill —. ¿Me amas tanto?

— Yo te amo Kamill.— al momento en que ella dice aquello, Kamill sonríe.

— Es una lástima porque yo no, tu peor error fue ir en contra de ella.

— ¿Por qué la defiendes, por qué, por qué?

— Porque la quiero de la manera en la que no voy a quererte a ti.

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