HECHICERA

23 5 1
                                    

— Este día parece ser el mejor, Lilith dinos como te fue en tu viaje a Alemania, en realidad quien no va a sentirse bien teniendo a Kamill Becker de acompañante — Susan sonríe después de decir aquello.

— Les contaré después, tengo curiosidad acerca de que están haciendo esas chicas — responde la castaña observando a varias chicas, pero también ahora se suman algunos muchachos.

— Sabemos perfectamente que siempre hay algo interesante que ver — Loren se mete una paleta en la boca, pero de inmediato cambia su campo de visión al observar a Maximilian, la mirada de ambos conecta y por supuesto Loren no se siente capaz de sostener la mirada a Maximilian Becker.

— ¡Tienes toda la razón! Mira a aquella chica con el sombrero gigante, ¿Cómo puede mantenerlo en equilibrio? Parece que tiene una pequeña casa en su cabeza — Susan después de realizar aquel comentario sonríe — Pero se ve muy adorable.

— ¡Ja, ja, ja! Sí, y también está aquella muchacha con tantos libros en las manos que casi no puede ver por dónde camina. Debe de estar intentando romper algún récord mundial de equilibrio librero.

— Ya basta — Lilith nada más niega, pero no puede evitar la sonrisa, definitivamente había mucho movimiento en Sacramento.

— ¡Oh, mira a esa chica con los zapatos brillantes! Parecen dos faros en sus pies. Seguro que brilla hasta en la oscuridad — agrega Susan. 

—Hablando de brillos, fíjate en ese chico con el pelo de colores. Parece un arcoíris humano. Seguramente si miramos lo suficiente, encontraremos un duende escondido en su cabeza.

— ¡Ja, ja, ja! ¡Eres genial, Susan! Pero no olvidemos a esa chica con la falda de tantos colores y volantes que parece un malabarista en el circo. No sé cómo no se enreda y desaparece en su propia ropa, la voy a contratar para el primer cumpleaños de mi hijo, claro si es que no me convierto en monja.

— Joder ¿acaso les han puesto cuerdas para hablar como loras hoy? —Lilith se lleva las manos en el rostro.

— ¡Ay Lilith! Los loros no tienen cuerdas — Susan definitivamente estaba muy habladora.

— Espero que después de que terminemos la secundaria sigamos siempre juntas y con muchas más bromas y momentos alegres juntas. ¡Somos las reinas de la diversión! Pero ahora que lo recuerdo, esta semana Sacramento tiene muchos eventos, tenemos la competencia de la Literatura, la presentación de la obra de teatro, el circo, son muchos acontecimientos — explica Susan.

— Y nosotras no participamos en ninguna, creo que seriamos como Cerro Porteño, nos eliminaríamos en la primera ronda.

— Deja de decir estupideces, Loren — Lilith se masajea la frente ante las ocurrencias de sus amigas. Las chicas ríen y continúan disfrutando de su tarde en el patio de Sacramento observando a las demás estudiantes con una mirada llena de diversión y aprecio por la originalidad de cada estudiante, metidos en el papel que les tocaba, hasta que Lucca también llega junta a ellas.

— ¿Cómo están chicas? — pregunta el chico acomodándose al lado de su novia.

— Muy bien ¿Qué tal estuvo la clase de natación? — Pregunta la castaña.

— Normal. Lilith ¿sabes algo del Capitán? Debía de estar en la clase, pero ha brillado por su ausencia — Lo dicho por su amigo logra que Lilith sé dé la vuelta para mirarlo.

— ¿Cómo así de que no estaba en la clase de natación? — la castaña se mostró confundida, a la mañana después de despedirse en la puerta de Sacramento, Kamill le dijo que estaría en la clase de Natación.

— No ha asistido — Responde Lucca.

— De seguro se le ha presentado algún inconveniente, Kamill es un chico lleno de enigmas.

TENTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora