ALGO SALIO MAL

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Cuando el reloj marca que son las 5 de la mañana Kamill sé va a su habitación y allí se percata de que las molestas no están, sus ojos verdes analizan toda la habitación, el chico niega con la cabeza dándose cuenta de que Lilith no iba a volver, sus facciones se endurecen mientras se agarra del cabello sentándose en la cama, se lleva el rostro entre las manos mordiéndose los labios mientras la frustración se apodera de él, pero el sonido de su teléfono lo saca de sus pensamientos al ver el identificatorio realiza una mueca ni estaba de humor para responder las llamadas de nadie.

— Habla Kamill ¿qué quieres? —. Pregunta el chico con el tono lleno de fastidio.

— La abuela quiere que vengas al almuerzo después de Salir de Sacramento.— explica la persona al otro lado de la Línea, Kamill chasquea la lengua pellizcando la punta de su nariz.

— Recibido —. Fue la respuesta de Kamill.

— Yo estoy lejos, no pienso sentarme con esa señora.— con eso la llamada había terminado, pero Kamill sabe que ni puede negarse, es más, no lo quiere hacer, él tenía una duda que aclarar, tenía que saber que oculta la familia Becker y lo iba a descubrir.

— Maldita sea Lilith —. Ruge enojado Kamill, entonces toma la decisión de darse un baño y 20 minutos después el chico había sacado la Harley-Davidson que posee y sale del Condominio, deteniéndose por delante del hotel, Lilith se encontraba dando vueltas en la cama hasta que escucha que alguien golpea la puerta aquello llama la atención de la chica.

Ella se levanta a observar por la pequeña abertura queriendo saber quién estaba en su puerta, pero se quedó quieta con la respiración acelerada al observar al chico que portaba el uniforme de Sacramento con el cabello mojado y labios exquisitos, observándola, ella se había sonrojado de inmediato.

— Abre la maldita puerta Lilith.

— Vete al demonio Becker, déjame en paz.

— Que me abras la maldita puerta, Lilith no me hagas repetir la puta palabra.

— No voy a abrirte Kamill, lo que quiero hacer es que me dejes dormir.

— No me iré, aquí me quedaré.— Lilith vio como Kamill estuvo cerca de sentarse en el suelo, pero antes de que eso ocurra Lilith abrió la puerta.

— ¿Qué carajos ocurre contigo? ¿Qué quieres Kamill? —. Lilith no mide la fuerza de sus palabras ante el chico.

— ¿Qué demonios ocurre contigo? Soy yo el que tiene dudas Lilith ¿qué estás haciendo aquí? ¿Con quién estás con tu amigo o con Amir? —. Al momento en que Kamill dijo eso Lilith le dio una fuerte bofetada, el rostro del chico se enrojece de inmediato.

— Que te importa a ti si estoy con el propio Jeque de un País Árabe, no tiene nada que ver contigo, quiero que te larguen de una puta vez, que me dejes de molestar, nuestro trato se acabó.

— ¿Encontraste a alguien que te dará más dinero por fingir ser su novia?

Entonces otro ruido ensordecedor se escucha, la primera cachetada fue del lado derecho, esta vez el golpe cayó a la izquierda, Lilith sin dudar y sin previo aviso estampó el cuerpo de Kamill por la pared y lo agarro del cuello pese a ser más baja de estatura que el chico.

— ¿Me tienes ese en ese concepto? —. Lilith lo estaba estrangulando —. Pues sí, estaba buscando un chico que no fuera Gay.

— ¿En serio? —. Esta vez Kamill se apartó de Lilith y se la llevó por delante en su habitación y cerró la puerta —. ¿Quieres irte por ese lado? —. Kamill la acorrala por la pared cerca de la cama.

— Suéltame Becker.— espeta Lilith enfurecida —. Que me sueltes maldita sea —. Ruge más eufórica cabeceando a Kamill, el golpe fue duro, y el chico de ojos esmeraldas se quedó confundido, posteriormente su cuerpo cayó al suelo, Lilith lo empujó con mucha fuerza, Kamill Becker sí que se había sentido ofendido, solo le quedó colocarse de pie, mientras observa a Lilith.

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