EL SUFRIMIENTO DEL HEREDERO

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— Despierta maldito prisionero.— Uno de los Hombres de la Mafia Rusa entran, Kamill estaba acostado en el suelo, ni bien aquel hombre entra en su totalidad le propina una fuerte patada a Kamill, el chico empieza a toser debido al golpe.— ¿Quieres agua?.— El hombre se burlaba entonces decide derramar el agua que tenía en la botella por la cabeza de Kamill, el chico a penas podía levantar la cabeza, entonces el guardia lo levanta del suelo, Kamill logra sostenerse, su nariz sangra, incluso por más moribundo qué se viera, no se podía ocultar su grandeza, aquel porte de hombre superior a cualquiera seguía latente y muy presente, no en vano Kamill Becker era un Heredero.

— ¿Vas a seguir golpeándome bastardo? — Expuso Kamill escupiendo un poco de sangre.

— ¿Cómo me llamaste? — El hombre se mostró feroz.

— Bastardo — Responde Kamill, entonces el hombre enfurecido le propina otro fuerte golpe en el cuello y el estómago, logrando desestabilizar a Kamill en lo absoluto teniendo en cuenta que estaba muy débil, el chico lleva tomando un vaso de agua por día al igual que un plato de comida, Kamill había caído al suelo, en eso la puerta se abre.

— Mi Señora ¿Por qué hace esto con su hijo? — La madre de Kamill y un subordinado se adentra en el lugar en donde están Kamill y el guardia.

— Este bastardo no es mi hijo, es una maldita mentira que he implementado para conseguir Liderar la Mafia Rusa — Martha se acerca al cuerpo de Kamill — Sal, hiciste un buen trabajo — Le ordena la mujer al Guardia que estaba golpeando a Kamill, el hombre obedece dejando a los recién llegados con Kamill.

— ¿Usted no es la madre de los Gemelos? — El hombre que acompañaba a Martha se muestra sorprendido de aquello que estaba escuchando.

— Enchel, nadie me conoce, mucho menos conoce mis intenciones, ellos son Becker, pero no son mis hijos, solo tuve una hija y es la maldita perra que se metió con mi hombre, yo nada más he conseguido una mujer que actúe de vientre de alquiler, lo demás se cuenta solo. Siempre me mantuve lejos de Camilo durante mi embarazo falso, mientras yo supuestamente daba a luz a los niños, en la otra habitación estaba la verdadera madre de ellos dando a luz a Kamill y Maximilian, solo lo hice para estar segura de que algún día uno de estos bastardos serán líderes de la Mafia Rusa, pero no fueron mis aliados, Kamill se ha convertido en mi enemigo, es por eso que tuve que hacer esto, solo Kamill y su liderazgo me dejará cerca de Bruno Ambrosetti, el amor de mi vida.

— ¿Y la verdadera madre de los Herederos?

— Espero que esté muerta — Responde la mujer.

— Entonces, usted fingió estar embarazada para que el Heredero en algún momento de su vida le permita estar cerca de su gran amor a cuestas del sufrimiento de un inocente o de varios inocentes.

— Si, le he pagado a una mujer y a un buen doctor para llevar siempre de manera perfecta mi embarazo falso, la única manera que yo tengo para acercarme a mi hombre es a través de esta Mafia, yo soy la madre del Heredero, Bruno es inaccesible desde hace años, pero si un Líder quiere hablar con él, yo sé que va a acceder he ideado este plan desde hace años y me ha salido mejor de lo esperado hasta Camilo ha cooperado perfectamente.

Martha se acerca a Kamill levanta el rostro de aquel joven que ahora estaba irreconocible quizás, sus ojos verdes, una vez llenos de vida y esperanza, ahora reflejaban un vacío insondable. El peso de sus penas y el dolor de las torturas en estos días se había instalado en su pecho.

— Te estás convirtiendo en aquello que anhelo estoy convirtiendo tu corazón en una fría y dura piedra, incapaz de sentir cualquier tipo de emoción, cariño, cada día, tu vida se desmoronará en pedazos frente a mis ojos. Los sueños que alguna vez habías perseguido con fervor ahora quedarán en el olvido, arrastrados por la desesperación y la tristeza que van a consumir todo de ti. Incluso lo más mínimo que queda de tu humanidad solo será cenizas, pronto a desvanecerse como un suspiro bajo el viento. Voy a lograr que las lágrimas dejen de caer. Kamill vas a aprender a vivir en un mundo sin emociones, donde la destrucción será moneda corriente. Cada experiencia, cada encuentro con la vida de la Mafia y su Crueldad te arrebatará un poco más de tu esencia. Su espíritu, una vez vibrante y lleno de vitalidad, ahora arderá lentamente en las llamas de la desesperación. Todo de ti, hasta tus pensamientos, antes llenos de esperanza y pasión, van a reducirse a cenizas — Martha sonríe al decir aquellas palabras.

El inicio de su destrucción en esta había dejado su huella indeleble en Kamill. Ya no se trataba solo de una mera metamorfosis emocional, se trataba de una transformación que amenazaba con borrar su existencia. El brillo de sus ojos, alguna vez lleno de vida, se había apagado y quizás lo hará para siempre. Solo quedaba el eco de un alma destrozada, envuelta en la oscuridad de sus propios demonios.

La destrucción, esa fuerza implacable, se había convertido en la compañera constante de Kamill en estos días. Era su sombra ineludible, su destino inexorable. Y en medio de esa desolación, él se desvanecía lentamente, convirtiéndose en un mero espectador de su propio deterioro.

— ¿Por qué le está haciendo tanto daño al Heredero? ¿Por qué lo tortura de esta manera? — Fue la pregunta de Enchel, ya incapaz de soportar la tortura a Kamill.

— Porque cuando él se levante lo quiero destruido, quiero ser yo la que domine su vida.

— Lo está haciendo mal, cuando él acabe su proceso la va a odiar Señora.

— No lo hará ni siquiera lo va a recordar — La mujer y el hombre salen dejando al chico a solas después de aquel corto encuentro.

Kamill se levanta logrando recostar su espalda, él abre los ojos — Mi amor, espero que estés bien que esto que estoy soportando sea suficiente para que no vayan por ti, así me pierda en el infierno, es suficiente para que tú toques el cielo sin conocer este infierno. ¡Te amo Lilith! — Kamill se lleva las manos a la altura del pecho volviendo a agachar la cabeza y llorando, sus muñecas tenían las marcas de las cadenas que su madre ordena qué se los coloque por las tardes para que duerma encadenado.

Allí en lo más oscuro de las sombras perdidas, su alma sufre el tormento desmedido, cautivo de sus cadenas grandes, él lleva en sus hombros cargas insoportables, allí en la oscuridad su amor hacía Lilith es la única luz que le da una mínima fortaleza.

Sus días son hilos de dolor tejidos,
en un telar de sufrimiento extendido, sus lágrimas caen al compás del viento, como suspiros ahogados en tormento.

Las cadenas grandes y pesadas se ciernen, apretando su cuerpo por las noches, sin tregua ni clemencia,
cada eslabón marca su piel con crueldad, dejando marcas de su angustia y ansiedad.

En su mirada desvela la amargura,
reflejando el dolor de su triste figura, sus ojos eclipsados por el sufrimiento, intentan encontrar un rayo de aliento.

Pero las cadenas grandes y pesadas,
no permiten que su alma sea liberada, la tortura persiste, aferrada a su ser, convirtiendo su existencia en un padecer, Kamill Becker estaba en ruina.

Aquel Heredero que ahora es prisionero de la desdicha, cuánto anhelo él ver que las cadenas se quiebren y se libere, su espíritu y tu corazón vuelvan a renacer, que su pasión sea el único fuego que lo sumerja y lo destruya en el infierno.

Él sabía que no había escapatoria, que las cadenas seguirán siendo su compañera, que el sufrimiento será el manto que lo va a cobijar, con lágrimas en los ojos y el dolor azotando cada segundo su cuerpo el chico se queda dormido.











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