˗ ˏˋ 𝟷𝟾 ˎˊ ˗

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Mientras estaban almorzando en el comedor común del hostal, Lisa se dio cuenta.

Oye, se dijo a sí misma, mientras comía otro bocado, ¿y el tercer beso por qué fue?

De acuerdo, recapitulando, la violadora bucal sentada a su lado, le había robado sus tres primeros besos, lo que era simplemente una tragedia. Quizá le estaba dando demasiada libertad sin coserle ahí aún. Pero el punto no era ese.

Razón del primero: "Irene".

Razón del segundo: "Rosé sospechaba de nosotras así que, te besé, para eliminar cualquier sospecha." (Según Jennie).

Razón del tercero: "Perdón, creí que estabas dormida." (???)

¿Era esa siquiera una excusa válida?

-Estás frunciendo el ceño otra vez-dijo Jennie, sacándola de su meditación. Posó un dedo sobre su frente-. Arrugas.

Sin embargo, cuando retiró su índice, el entrecejo fruncido de Manobal seguía ahí, acentuándose con cada segundo que transcurría, la cabeza de la tailandesa sin poder llegar a una conclusión lógica.

¿Por qué me besó? ¿Acaso debo buscarlo en Yahoo Respuestas?

Era bastante extraño en realidad, considerando el pasado de Jennie, donde una de las primeras frases que le dirigió a Lisa fue literalmente: "No jodas. No soy lesbiana" mientras su séquito homofóbico se reía en la distancia.

Lisa se rascó la sien. Bien, esto no le calzaba.

Quizá Jennie había superado su homofobia debido a la relación de sus mejores amigas, y ahora ni siquiera encontraba repulsiva la idea de un beso homosexual. Eso tenía bastante sentido, en su opinión. No obstante, todavía había un cierto vacío en cuanto al último incidente.

"Creí que estabas dormida". ¿Qué mierda significaba eso?

En la primera escena, habían estado rodeadas por personas que creían que estaban en una relación. Y en la segunda, Rosé estaba esperándolas en el umbral de la puerta.

La última vez, habían estado a solas.

Cuando el contrato inició, Lisa decidido asumir que Jennie teniendo novia-y no novio-era parte de su mentira y que en el fondo seguía siendo la misma heterosexual de siempre. ¿Pero qué tal si no? ¿Qué tal si en efecto había cambiado y se había dado cuenta de que le gustaban las vaginas? Entonces... ¿Qué? ¿La tonta me besó porque le atraigo?

Rió para sus adentros, desechando esa absurda teoría, y optó por preguntarle después.

De seguro había una explicación racional y científica. No tenía de qué preocuparse. Jennie continuaría siendo una hetero-imbécil, el mundo seguiría rotando, Lisa encontraría su príncipe azul. ¡Todo estaría bien!

Estaba a punto de coger el tenedor de nuevo, cuando una mano apareció de la nada y entrelazó sus dedos con los suyos. Parpadeó alzando la mirada.

-¿Estás bien?-le preguntó Jennie. Lisa la miró, miró sus manos, y luego de vuelta a ella-. Te ves distraída.

No. No. Los latidos de su corazón se aceleraron sin motivo alguno. No estaba relacionado con el cosquilleo en su piel y menos con la confusión mental a la que se estaba enfrentando. Dios, ya para de pensar en eso.

-Estoy bien-logró decir, esbozando una sonrisa. Jennie asintió, rompiendo el contacto entre ambas, y Lisa se sintió aliviada de no tener la mano de Jennie sobre la suya... hasta que no lo hizo.

Tal vez el tema de si le gustaban o no las mujeres, habría sido mucho más fácil de con llevar, si no fuera por el comportamiento que había tenido en la secundaria. Los insultos, las burlas, el desprecio que Jennie había canalizado hacia ella por ser una homosexual.

Si no hubiera sido tan cruel con Lisa por su sexualidad, sus teorías tendrían más sentido.

Hasta que repentinamente, una ampolleta se encendió en su cabeza: A menos que hubiera una historia detrás de ello. ¿Qué tal si Jennie se había sentido así desde siempre y nunca se había atrevido a decirlo, usando la homofobia como una máscara? ¿Qué tal si la familia Kim y la familia Manobal no era tan diferentes como había creído?

¿Qué tal si los dos habían pasado por lo mismo?

-Babe-Lisa se sobresaltó, notando que se había ausentado mentalmente de la mesa y que las demás habían estado llamándola desde hacía un rato. Se sonrojó al ver una sonrisa divertida en los labios de la castaña. ¿Por qué había reaccionado a ese apodo?-. Rosé propuso que fuéramos a dar una vuelta. ¿Qué dices?

-Oh, yo... tengo que estudiar-se disculpó, sabiendo que era una excusa. Podía hacerlo más tarde, pero tener a Jennie muy cerca empezaba a nublar el poco cerebro que tenía-. Vayan ustedes.

Jennie pareció dudar, lo que la preocupó, pero un instante después esa preocupación se esfumó cuando la contraria le dio una sonrisa.-Bien. Nos divertiremos por ti.

Cuando salieron del comedor común, Lisa se despidió de ellas y se dirigió al cuarto del hotel.

Cuando las vio alejándose por el pasillo, fue como tener una Epifanía. ¿Qué más da?, pensó abriendo la puerta y tirándose sobre la cama. Jennie y ella iban a romper falsamente algún día, y luego cualquier lazo posible entre ellas desaparecía por la eternidad. ¿Qué más daba si era lesbiana, hetero, zoofílica, pansexual, un unicornio o un pez? ¡A ella no le importaba! Podía ser lo que le diera la gana y a Lisa no tendría porqué importarle.

La puerta se abrió.

-De acuerdo-dijo Jennie entrando a la habitación. Los ojos de la tailandesa se abrieron de golpe-. ¿Qué te pasa?

-¿Qué haces aquí?-dijo incorporándose y sentándose sobre el colchón. La castaña ladeó la cabeza, luciendo inocente y confundida por la actitud defensiva que adaptó Lisa de repente.

-Estabas rara en el almuerzo. ¿Ocurrió algo?

-Yo... No tienes que hacer esto ¿sabes?-Le aclaró, obligándose a no ilusionarse por el fingido interés de la contraria. Después de todo, solamente eran negocios-. No tienes que preocuparte, sé que no te importa...

Jennie la miró sería.-Me importa-replicó. Lisa sintió nuevamente esos latidos erráticos e incomprensibles antes de que la coreana añadiera-. Me importas.

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𝗥𝗲𝗻𝘁 𝗔 𝗚𝗶𝗿𝗹𝗳𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱       𝖩𝖤𝖭𝖫𝖨𝖲𝖠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora