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6/?Había que ser una idiota para creer que las palabras de Jennie eran sinceras. Importarle, pensó Lisa con ironía, importarle cuando la desecharía tan pronto su objetivo de la novia falsa se cumpliera. Una voz dentro de su cabeza le advertía que aceptar la preocupación de la coreana sería un grave error, que lo mejor que podía hacer era apartarse y cortar cualquier lazo que las uniera fuera del ámbito profesional.
Un negocio, un contrato. Que estuvieran en relativamente buenos términos, no significaba que pudieran traspasar la línea que dividía al cliente y al empleado. Podía escuchar a Bogum diciéndole que no cometiera una estupidez impulsada por la curiosidad. Que Jennie era y siempre sería alguien de quien debía mantenerse alejada.
Pero esos ojos felinos color cafés habían sido su talón de Aquiles desde el primer día, y sin darse cuenta, Lisa se permitió a sí misma confiar una vez más en ella, la mujer que había roto su corazón en el pasado, jurándole que eso no volvería a ocurrir. Que era un error del que se arrepentía.
Sin saber que inevitablemente, Jennie pisotearía su corazón de nuevo y ella no sería capaz de esconderse o huir.
-Jennie-la llamó en un hilo de voz. La castaña ladeó la cabeza con curiosidad-. Tú... ¿Por qué me besaste cuando estaba dormida?
Podía sentir sus mejillas ardiendo. Tan sólo recordarlo le daba vergüenza. Dios, ella realmente debió haberla cosido ahí abajo cuando tuvo la oportunidad. La desfachatez de la coreana superaba los límites y era su responsabilidad como víctima detenerla. Antes de que se volviera peor.
Lisa fue engullida por el suspenso al notar que Jennie se ensimismaba en sus pensamientos y no se dignaba a otorgarle una respuesta. ¿Y si decía algo que hería su orgullo? Tenía demasiado miedo de ser humillada nuevamente por esa hetero-imbécil; quien por cierto aparentemente ya no era tan hetero ni tan imbécil.
Los segundos transcurrían y el silencio no mejoraba la situación, menos las conjeturas pesimistas que inundaban el cerebro de la tailandesa. Se había arriesgado haciendo esa clase de pregunta, cuando no tenía ni la menor idea de si le gustaría saber la verdad. De cualquier forma, ¿cuál sería la respuesta que le agradaría recibir? ¿Cuáles eran las opciones?
"Te besé porque me atraes". No la hagan reír. Ni en mil millones de años eso ocurriría.
Jennie jamás la vería de esa manera.
Jamás.
-No sé-murmuró la castaña, encogiéndose de hombros. Lisa estaba a punto de golpearla. Yo preocupándome y ella dice que no sabe. Cuando prosiguió-. Me gusta besarte. Se siente bien.
La respiración se atascó en su garganta tan pronto procesó las palabras. ¿Cómo? Se congeló, observando con incredulidad la expresión tímida plasmada en el rostro de Jennie. "Me gusta besarte". Tragó saliva, recién percatándose de lo mucho que había abierto los ojos ante esa declaración. ¿Pero cómo se atreve a decirme algo así? ¿Se ha vuelto loca?
Que le gusta besarme. Su corazón palpitaba con fuerza, golpeando una y otra vez contra su pecho, en tal magnitud que los latidos retumbaban en sus oídos. Está loca. Las aguas termales le fundieron el cerebro y ha perdido la razón.
Vio a Jennie morderse el labio inferior mientras posaba la mirada en su boca. Un escalofrío recorrió la espina dorsal de la tailandesa, la frase de antes quedando bien grabada en su memoria. "Se siente bien". Pese a su usuales reacciones de molestia, en aquel momento no fue capaz de reaccionar, sin moverse ni apartarla a patadas cuando la coreana se inclinó y sus narices se rozaron entre sí.
-Si me miras así, ¿cómo quieres que no me den ganas de besarte?-susurró. A Manobal le había comido la lengua el gato y, sin razón alguna, medio aturdida por lo que estaba pasando, deseaba que Jennie le comiera la lengua también.
Eso está mal, se aseguró. Esto está tan, tan mal en tantos niveles, todos los posibles niveles de mal y equivocación. Besar a Jennie... No, el simplemente querer besar a Jennie era incorrecto y un error. Una pesadilla con la que se odiaría al despertar.
Pero sus labios cosquilleaban. Y ella no se hallaba dispuesta a despertar aún.
Gracias a Dios, Jennie pareció entender el mensaje, lanzándose sin que Lisa tuviera que rogarle en voz alta. Las bocas chocaron con suavidad. Lisa estaba muriéndose de los nervios por estar besando a Jennie completamente consciente, a voluntad propia y sin ninguna excusa que pudiera usar para evadir la realidad.
¿Qué demonios haces, Manobal?, se reprendió, suspirando cuando Jennie lamió su labio inferior y adentró la lengua a su boca, barriendo con cualquier rastro de negación e inseguridad.
Mientras la coreana la guiaba y la consumía, el lado lógico de Lisa se reía con socarronería en la distancia. No había decidido iniciar esa conversación para chuparle la boca a Jennie. Lo había hecho para comprender las razones detrás de su comportamiento en la secundaria, para saber si había adivinado en cuanto a su sexualidad, para entenderla y expresarle que ella lo hacía también.
¿En qué punto sus intenciones habían hecho ese giro inesperado?
-No-murmuró, cortando el contacto entre ambas. Un hilo de saliva unía sus bocas y un sentimiento extraño se asentó en Lisa cuando se dio cuenta. Se habían besado. Con lengua-. Jennie, eso fue...
-No te gustó.
-Jennie, no se trata de eso-El mundo le daba vueltas. Jesusito, ¿qué hice?-. Somos cliente y empleado. No podemos hacer eso. Está mal. Es... Estaríamos confundiendo las cosas. No puede repetirse.
-¿Entonces te gustó?
-Eres una jodida molestia-suspiró con cansancio. Jennie se inclinó otra vez y Lisa se sobresaltó, relajándose cuando lo único que la coreana hizo fue juntar sus frentes.
-¿Estás enfadada?-dijo bajito. Lisa no halló en sí misma la suficiente molestia como para decirle que sí y hacer una rabieta-. Perdón. Hago cosas sin pensar.
Ni me lo digas. Lisa se relamió los labios, buscando qué decir. Se había dejado llevar en demasía. No estaba entre sus planes entregarle a Jennie todas sus primeras veces, pero al parecer su boca no entendía eso.
Exhaló, repentinamente estando muy consciente de lo cerca que estaba el cuerpo de Jennie. Contó mentalmente hasta tres y habló.
-Te gusta besarme-dijo, intentando no temblar al decirlo-. Aunque sea mujer.
-Sí.
Dudó un poco antes de continuar. -¿Entonces... te gustan las mujeres?
-Eso creo-rió levemente, mostrando sus dientes de gatita-.¿Tienes curiosidad?
-Cuando íbamos a la escuela, creía que eres homofóbica-La expresión de Jennie decayó al oírla-. ¿Qué cambió?
La coreana sacudió la cabeza, exhalando. -Es una larga historia.
La mirada de Jennie era sombría y Lisa sintió que se le apretaba el pecho al pensar en que la coreana se había visto enfrentada a los mismos prejuicios que ella sufrió cuando era más joven. Esbozó una sonrisa, sin percatarse de que con ello esperaba reconfortar a Jennie aunque fuese un poco.
-Tenemos tiempo.
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𝗥𝗲𝗻𝘁 𝗔 𝗚𝗶𝗿𝗹𝗳𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱 𝖩𝖤𝖭𝖫𝖨𝖲𝖠
Fanfic-"Oh, por dios... Seré como tu prostituta" -"Jesucristo, Lisa, ¡no lo digas así!" ✍🏻 ADAPTACIÓN TODOS LOS CRÉDITOS A SU AUTORA UNKNOWN