Somethings got a hold of me lately

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Vegas llega a la casa principal, mira a los guardaespaldas de sus primos, cada uno de ellos lo reverenciaban excepto uno.

Su piel canela llamaba la atención, sus ojos sin miedo, sin dudas, aquellos que le hacían sentir una especie de reto, le atraian, pero no tanto como los que ahora también lo observaban.

—Vegas— la voz de Macao su hermano menor lo regresaron a su objetivo, ambos tenían muy claro que era lo que querían con aquella reunión.

Al entrar pasaron directamente a la sala principal Vegas tomo el lugar de su padre en la mesa frente a frente de Korn, Kinn su hijo de enmedio y su mayor "rival" yacía sentado a la derecha de su padre mientras Kim el menor estaba a su izquierda, Kun el hijo mayor entro poco después y tomo una de las sillas sobrantes.

Todos los demás guardaespaldas entraron, nuevamente aquel par de guardaespaldas volvieron a llamar la atención de Vegas.

—Que tanto le miras?!— Kinn no pudo soportar los celos, se levantó feroz apoyando las manos sobre la mesa dejando ver su anillo.

A Vegas no le pareció inusual el anillo tarde o temprano sabía que sucedería la sucesión, no se imagino que sería Kinn, más bien pensó que le correspondería a Kim, pero no era eso lo importante, era la manera en la que Kinn no quería que viera a ese guarda espaldas.

También noto la ligera tensión de parte de Pete a quien ya conocía de antes, y como no conocerlo si era nada más y nada menos que el perro más fiel de Tankhun Teerapanyakul.

—Que pasa Kinn?, tienes miedo de que tú guardaespaldas se encapriche con mi entrepierna?— Vegas suelta un comentario burdo, no por que viera al guardaespaldas como a un objeto sexual, era sexy eso era innegable pero hacer hervir la sangre de Kinn era divertido, más de lo que podía aceptar, nuevamente Pete está tenso, eso le gusta aún mas.

—Vete a la mierda— Kinn gruñe y apunta su arma.

Toda la sala se queda quieta.

—Estamos aquí por algo que quieres Vegas, sería bueno que lo comentarás de una vez— Korn observa a Vegas y deja pasar por alto el comportamiento de Kinn.

—Si, estamos aquí por qué creemos que es justo que te retires de los negocios que tenemos con los italianos y los alemanes, está más que claro que son negocios que mi padre dejo bajo su mando, ahora que el no está y que yo estoy al frente, no es necesario que te involucres— Vegas mantiene la compostura.

—Que estás diciendo?!— Kim pregunta sorprendido y molesto, para que el menor de los hijos reflejé algún sentimiento eso debía ser importante.

—Me parece absurdo que te quieras encargar de algo tan grande, eres joven inexperto no estás listo para algo asi— Korn contesta tranquilo, pero por dentro se siente malditamente nervioso jamás pensó que el joven Vegas quisiera hacerse cargo de esos negocios.

—Soy joven, eso me da una ventaja en el mercado, inexperto tal vez pero no por eso dejo de ser hijo de Kan, sus negocios ahora me pertenecen si te entrometes quedarías expuesto como una persona que tiene miedo de perder contra un crío— Vegas deja en jaque mate a su tío por ahora.

........

Después de aquella plática Korn estaba alterado y mando a llamar al perro más leal de la casa principal.

—Haz echo un trabajo excelente cuidando de mi hijo, pero ahora él no será tu prioridad, tú tienes que encontrar el punto débil de Vegas, tengo que destruir esa estúpida confianza que saco yo que se de donde— Korn mira a Pete.

Pete solo asiente no necesita decir nada mas, su lealtad pertenece a la primera familia.

Korn le hace la señal de que se puede retirar, Pete se va directamente a su habitación.

Estando adentro cierra la puerta de su recámara y se quita completamente la ropa, quiere tomar una ducha, para relajarse un poco.

Mientras se mira en el espejo, recuerda su misión de hace meses, esa donde mata al padre de Vegas.

Luego su mente se concentra en Vegas, en cómo su mirada fría solo le causa calor, en cómo cada vez que miraba a Porsche el nuevo guardaespaldas de Kinn y no a él sentía la rabia subir por sus pies hasta su cabeza.

No odiaba a Porsche, claro que no, el tipo era un buen sujeto mucho mejor que muchos de ellos, pero hay algo que nunca compartiría y ese era el sentimiento que le hacía sentir Vegas.

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