feels like the walls are all closing in

480 66 4
                                    

Vegas sube a su moto, quedó de reunirse con unos proveedores y tiene el tiempo justo.

Al llegar una bonita mujer lo recibe.

—Sientate— la lengua extranjera lo mantiene en alerta.

—Asi estoy bien— Vegas se mantiene tranquilo.

—No eres como tu padre— El italiano se acerca con toda la intención de intimidar y por qué no, de tocar también.

Vegas sonríe de lado, sabe que a los extranjeros les gustan las emoción fuertes, pero a él solo le interesan los negocios y cierto guardaespaldas de trasero bonito.

—Vine a ver la droga— Vegas es directo.

—Si los paquetes están listos, pero por qué la prisa?— el italiano sonríe coqueto mientras prende un puro.

—Tengo que ir por mi hermanito a la escuela— y no era mentira, pero esa no era la razón real.

No quería quedarse más tiempo del necesario

—Vegas, alguna vez te haz preguntado, por qué este negocio le sirvió a tu padre?— el italiano juega una última carta, por qué sabe que Vegas no va a ceder.

—No me interesa, como te dije la manera en la que yo hago las cosas, no es nada comparado a lo que conozcas— Vegas saca su arma y la coloca justamente debajo de la garganta del italiano.

El hombre se pone nervioso y se siente humillado.

Vegas retira su arma y se marcha, por ahora sabe que no podrá ver el producto, pero ya se encargará de eso después.

Vegas sale de la mansión directamente a su moto.

Un reflejo rápido y una detonación de cartucho, fueron suficientes para sentirse extraño.

—Bastardo— Pete gruñe bajito mientras la detonación de su arma es rápida y precisa.

Vegas siente en la cara una gota.

Parpadea y ve la herida en la cara de Pete, la bala que era para el, rasguño el rostro de Pete.

¿Que mierda hacia Pete ahí?.

Lose control Donde viven las historias. Descúbrelo ahora