4. Envidia y tristeza

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Maryoret se encontraba saliendo de su respectiva clase.

- Adios, Maryoret.

- Adios, Tom. Nos vemos mañana. - dijo sonriendo. Tom tambien lo hacia mientras agitaba la mano.

.

Maryoret fue a buscar a Bill para volver a clases.

Lo vió hablando con una de sus compañeras. Sonreía.

- Bill, ya es hora de irnos. - le dijo Maryoret desde la puerta.

- Ya voy. - Bill se levantó de su asiento, cogiendo todas sus pequeñas pertenencias, para luego ponerlas en su bolso. - Listo. Vamonos. - dijo saliendo por la puerta.

- Bien.

Ahora caminaban por la calle, dirigiendose a casa.

- Bill... ¿como te llaman tus compañeros?

- El profesor me presentó como Billie, dice que ese es mi nombre. Todos mis compañeros me llaman así.

- Ah... - pero su nombre antiguo era Bill. ¿Cuál era la nesecidad de ponerle otro nombre? Ella no lo sabía. Pero intentaria saberlo, quizá por que era tan solo una niña tenía tanta curiosidad. Tambien comprendia algunas cosas. Ya tenía uso de la razon.

El camino despues de eso fue silencioso. Bill miraba cada lugar que recoriesen.

Al llegar tocaron la puerta y la sirvienta les habrió.

- ¡Ya llegamos! - dijo Bill al estar en la sala.

- Billie. Cariño. - dijo Charlot viniendo desde fuera de la casa, del jardín. - ¿Cómo te fue? ¿Te gusta tu colegio?

- Hoy me fue bien, y me gusta estar allí, es muy bonito y los niños son buenos. - dijo.

Charlotte lo llevó al comedor mientras hablaban un poco más.

- He conseguido dos amigas. - escuchó bajito por la distancia. Y un momento después escuchó pisadas por las graderias, era Youlieth. Por lo visto llegó antes.

Youlieth ni siquiera la miró. Solo la ignoró completamente. Pasando por su lado.

- ¡Vengan, vamos a comer! - dijo Alice.

- ¡Voy a ir a mi habitacion un momento! Ya vengo. - dijo Maryoret.

Subió rapidamente por las graderias, tenía una habitacion arriba. Llego al segundo piso y vio la puerta de Bill. Se acerco. Y despues de un momento abrió la puerta.

El cuarto de Bill era grande, uno de los tres cuartos más grandes. El día que llegó solo le importaba y queria las muñecas, hoy era diferente. Miró la habitacion, una ventana grande al frente, con cortinas. Al medio de la pared del lado izquierdo la gran cama de Bill. Hasta parecia que toda su familia cabía  allí; con tela fina, bien fina, rodealdola en forma de cuadrado, para que cualquier mosquito no le picase, ahora sujetado en unos listones en las esquinas de la cama. Su sabanas, las almohadas y todo referente a su cama era de color rosita, uno pastel. Tenía un escritorio, dos mesitas de noche al lado de su cama. Un enorme guardaropa, con dos enormes puertas que se corrian al pecharlas de lado. Al abrir el guardaropa supo que era tenerle envidia a alguien, estaba mal, pero ella no sabía exactamente lo que era, y si era bueno, malo o simplemente no importaba. Vio un monton de vestidos colgaditos de unos agarradores de ropa. No cualquier vestido que se podian encontrar en cuarquier lugar, no, esos eran diferentes. Y sintió algo de dolor y tristeza al ver que el vestido que ella tenía, era uno que no valia nada frente a los de Bill.

"¿Por qué él tiene que tener todo esto? No es una mujer. Es un hombre. Mi hermano y padre usan pantalones y unas camisas. ¿Por qué tú usas vestidos? O... ¿Bill es una mujer?" Pensó. Y se desvió completamente. Sorprendiendose  a sí misma. Pensó que Bill era una niña, por eso todas las cosas que le dijo Charlotte, las explicaciones y todo eso, supuso que sus padres eran los equivocados y que Bill era su hermana.

CAPAS DE MENTIRA  |  TOLLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora