20. Un bebé

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Era de día cuando me levanté de la cama y bajé a por mi desayuno que de seguro ya estaba listo. No era tan temprano como to pensé porque en la mesa ya no había nadie, y la empleada recogía lo sobrante. Jum... habían desayunado sin mí.

Después de mi desayuno salí a ver como estaba mi pequeño árbol. Y tambien si los jardineros lo regaban, abonaban y cuidaban del pequeño retoño. Esperaba que estuviera en las mejores condiciones. Con tierra fresca, ya debía de estar regada a esta hora. Y pensando en eso llegué y ví que no había de que preocuparme, estaba como quería, y todos los empleados trabajando. Menos mal porque no me gustaban los empleados holgazanes que descansaban en hora de trabajo y exsigian su sueldo el día del pago.

El pequeño árbol ya no era tan pequeño, aunque seguia sin ser tan grande. Unas siete hojas...

- Billie. - al escuchar la voz de Lys la miré y esta estaba un poco extraña. - Quisiera hablar contigo... - su voz sonaba triste.

- Claro.

- Vamos a sentarnos.  - fuimos a la mesa que había en el jardín y ahí decidió decirme lo que ocurria.

- ¿Qué pasó? Tienes cara triste. - una lagrima cayo por su mejilla.

- No sé como decirlo. - esta vez se secó los ojos con su mano.

- Solo dilo. - le animé. 

- ¡No es tan fácil! ¡Tú no sabes por lo que estoy pasando! - hasta se había enfadado cuando yo solo intenté ser amable.

- No me grites. - le advertí parandome para irme. Pero antes de hacerlo me detenía. 

- Por favor no te vallas... no sé que me pasa.

- Bien. Dime lo que te susede. - le hablé fríamente.

- Yo... no sé que le diré a mamá. - sollozó alto. - Billie... yo... es-estoy embarazada. - me quedé sin decir nada. ¿Qué le diría? (Estúpida ¿Quién te manda a embarazarte? ¿Tienes metido en la cabeza un nuez y no un cerebro? Y claro que no sabes que le diras a nuestra madre, ¿Qué su querida hija esta embarazada de...?) No, eso solo se podía quedar en mi mente. Pero ¿Quién era el padre?... Gustav, de seguroque era él. Pfff...

- Que... bueno. - sonreí forzosamente. En cambió ella me miró con mala cara. - Forma tu familia.  Te casas y listo. - propuse como solución. Ella en cambió lloró más. Hum... ¿Que debería hacer yo?

- Ese es el problema. - calmó un poco su show y al fin continuó. No pregunté y preferí a que ella me lo cuente. - No puedo formar una familia... por qué... el padre de mi hijo, no lo quiere. - tapó su rostro contra su mano mientras sollozaba. En cambio yo solo la seguí observando. Me parecia desastroso que el padre no aceptará a su hijo, pero ¿Quién era el padre? ¿Gustav era capaz  de eso, o es que era otra persona el padre? Pobre de Lys por no elegir al correcto, bueno... no es que huviera un correcto... - Me lo dijo mucho antes de saber que estoy embarazada. Él me lo advirtió que si...

- ¿¡Qué!? ¡No digas estupideces! Tú y él debieron pensar primero en las consecuencias. Eres una irresponsable.

- ¡Te estoy contando esto porque quiero comprensión de alguien, desahogarse! ¡Pero tú eres la peor! ¡Solo me estas humillando en mi propia cara! ¿¡Quién te crees que eres!?

- ¡Me creo la que no esta esta esperando un hijo de alguien que no te quiere! - me levanté para irme, esto no tenía sentido, no podía continuar así o estaríamos peor. Si alguien me decía o hacía algo a mi disgusto, se lo multiplicaba. Y quizás ella tenía razon, pero tambien sabía que en parte yo tambien. Si me gritaba, yo tambien, si me humillada, yo igual, y si me golpeaba, no me importaría si estaba con bebé en su vientre.

CAPAS DE MENTIRA  |  TOLLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora