12. No recuerdo

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Años había pasado desde que tuve un accidente. Uno que había causado que recuerdos desde que nací hasta que cumplí siete años se habían borrado.

Aún recordaba el día en el que me desperté.

- Billie... ya estas despierta. - dijo una mujer desconocida. Se acercó y abrazó. Estaba en una cama y ella estaba arrodillada en el suelo mientras me abrazaba y lagrimas caían por sus mejillas.

No sabia quien era.

Moví un poco mi cabeza para poder observar y... no, no la conocía.

Todo era tan extraño. Desconocido. Como si nunca huviera estado en ese lugar.

Quise hablar, pero a último momento ya no. Preferí el silencio.

Recordaba que despues de eso vino un doctor.

- ¿Cómo estas? - me preguntó y yo no sabía que responderle. Pero sí hablé.

- Bien. - dije. - ¿Por qué estoy aquí? - recuerdo que pregunté, esperando que me dijera más de lo que debía.

- No recuerdas nada, ¿verdad? - solo asenti con la cabeza. - Te golpeaste la cabeza muy fuerte. Lo más probable es que lo recuerdes todo dentro de poco tiempo o que nunca recuerdes nada.

- Y, ¿Puedo hacer algo para recordar?

- No, y tampoco es nesesario. Pasa de por si solo depende cual sea la situación.

Después de eso me sentí extraña al estar con las personas con la cuales estaba, pero era cómodo. Mi madre siempre me trataba bien. Tenía dos hermanas; Lys y Yvonne. Tambien una niña que vivia en allí, Leyna.

Con las que pasaba mejores momentos era con Leyna y a veces con Lys. Con Ivonne, no hablaba mucho, sentía que me evitaba y me miraba de una manera que no sabría describirla, como si me tuviera ¿rencor? O algo parecido. No fue hasta los diez años que me dijeron porque la razón. Me lo dijeron Leyna y Lys, a lo que me contaron estabamos en una casa de verano que si recordaba, y Ivonne intentó quitarme una muñeca, por lo cual caí al suelo y me golpeé la cabeza, Leyna fue a casa se lo dijo a mi madre, luego ella vino me llevaron con el doctor y todo así; en la noche Ivonne vino a casa y mi madre le golpeó en la mejilla y ella había estado llorando, eso lo dijo Lys. Supongo que eso le afectó. Desde entonces vivíamos en Mónaco.

Había estudiado en casa, igual que las demás. Cada una con un profesor personalizado.

Mi madre nos daba mucho lujos. Como ya ser de los maestros o comprarnos muchas cosas.

Más que todo a mí, a mí me daba todo. Le pedía o insinuaba algo y ella me lo daba. Todo lo que queria lo tenía. Todo.

Si alguien tenía exceso de ropa de la más cara, más fina, más nueva, mejor calidad, los mejores diseños y un diseñador personalizado era yo. De lo mejor, eso era para mí.

No era que las demás no tenía nada bueno y ropas viejas. De lo contrario, pero nada que podría igualar a lo mio.

Siempre recibí más alagos por ser "bonita" pensar que era mujer me convenia en todos los sentidos.

Fingia demaciado bien para que alguien se de cuenta de que sabía todo a excepción de lo que no recordaba.

No había nada más estupido que la envidia que al parecer solo yo notaba de parte de Leyna. Al los primeros años, era buena y amable conmigo. Quizá por tantos alagos que recibia y no ella la hizo así. A veces era insoportable. Sentía asfixia de tan solo verla malhumorada por "mi culpa" en realidad era cosa suya, pero siempre que podía me hacía notar la razón que le estaba molestando, y era tan evidente que yo siempre lograba saberlo. Aunque no queria saber nada. De todos modos de nada me servía. Desde que tenía catorce se deshizo de su amabilidad conmigo.

Me sentía como si algo me faltase en donde estaba, tal vez no era el ambiente para mí. Quizá pedía mucho, pero nisiquiera sabía lo que pedía.

Mi abuela había fallecido por un accidente el cual desconocia cuando tenía diez años o nueve. No pudimos asistir al entierro porque mi madre nos lo prohibió. ¿Qué más podia hacer si ella no queria? Exacto, nada. Solo esperar a que pasen los días. Y haci fue, luego quedó en el olvido. A mi madre pareció importarle poco. Solo lloró un día y al siguiente parecia más feliz que nunca. A la que más le afectó parecía que a Lys. A mi si, pero no tanto solo viví con ella pocos años, dos para ser exactos, a pesar de eso me dolió mucho la notícia.

La casa que había en Mónaco no era para nada comparado con la antigua (según Lys) yo no recordaba la antigua por razones obvias.

Más que casa parecía un castillo. Quiza hasta demaciado grande para cinco o seis personas. Como un laberinto. Parecía perderme entre tanto espacio. Lo que más me gustaba era mi habitación y un salón que mi madre me dió el permiso de poner lo que quisiera. Yo estaba en el tercer piso, una habitacion en la parte de adelante justo en el medio. Tan grande. Y luego habitaciones pequeñas por todo ello y el salon mucho más grande. En allí tenía un hermoso piano, que no sabía tocar a la perfección, pero si me iba. Podía sacar hermosas melodías. El piano era una de las muchas cosas que tenía en allí.

Mi habitación tenía un balcón que se encontaba en la parte delantera de la casa justo en el medio. Era el más grande y a sus lados otros dos más pequeños que eran uno de mi madre y otro de Lys. Ivonne y Leyna estaban en el segundo piso, los cuales solo tenían grandes ventadas.

La cocina, la sala, el comedor, el salon (otro que no era mío) y los pasillos eran impecables, grandes. Hasta parecía que costaba recorrer todo, en parte si, pero exsagerando quizá, yo no me cansaba.

El terreno en el cual estaba situado era enorme, con largos metros de distancia. Detras de la casa había un enorme jardín lleno de rosas rojas. Césped por toda la tierra y árboles, todos se veía tan natural y tan hermoso que me daba ganas de vivir toda mi vida en esa casa.

Tan lindo que era estar allí.

Alejandose un poco, quizá mucho habían animales. Bueno, no muchos. Solo unos cuantos caballos que de ves encuando los trabajadores ocupaban, excepto uno. Un caballo blanco que cuando aún era pequeño le dije a mi madre que queria ese pequeño caballo, nisiquiera había tenido que rogar, solo decirselo y listo. Tan fácil. El caballo tenía un pelaje hermoso. Nunca había montado uno, pero ya sabía como hacerlo, el miedo de caerme y destrozarme la cara me impedía subirme. Mejor si solo lo veía y lo hacía pasear.

Esto parecia una finca o ¿lo era? No lo sabía y de poco me serviría saberlo.

Una parte del terreno no estaba para nada talado, la cantidad de árboles era inmensa.

Bueno, lo único que sabía de mí, era que me llamaba Billie, vivía en una enorme mansion con mi familia y no recordaba nada a partir de los sietes años.

Que mal o bien tal vez, dependiendo de la perspectiva.


















Creo que me quitaran el celular por culpa de mis notas en el colegio. 😭

CAPAS DE MENTIRA  |  TOLLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora