18. ¿Estoy feliz o triste?

20 5 0
                                    


- ¿Cuántos años tienes? - pregunté al no saber que edad tenía.

- Diecisiete. Y tú quince, ¿no?

- Sí. ¿Sigues estudiando? - pregunté mientras tan solo nos giamos del camino que habia. El cual era con muchos arboles a su alrededor.

- No. Ya he terminado. Supongo que tú sigues. - supuso pensando que dió en el blanco, pero no.

- Ehm, no. - tan solo me miró esperando a que continúe y así hize. - Nunca fuí a un colegio con otras personas. Estudié en casa. Y cuando mi madre pensó que ya sabía lo suficiente me dijo que ya no estudiaría más.  Ahora ya no trae a más personas para que me enseñen. Mi madre dijo que teníamos dinero y que seguir estudiando no me serviría. No me quejo porque de igual manera prefiero estar como estoy. Quizás no aprendí mucho, pero siento que lo necesario sí.

- Ah, no se que decir. - dijo riendo. - ¿Y qué harás en unos años? - preguntó.

- No lo sé. No me gusta planear. - dije con sinceridad.

- ¿No haces planes a futuro? - preguntó como si creérselo o no.

- No. - informé restandole importancia. - ¿Tú qué piensas hacer? - pregunté con curiosidad.

- Yo pienso en tener una casa, una familia y una fuente de dinero. O mejor dicho un negocio.

- Ah, ¿Y qué negocio?

- Una fábrica de textiles.

- Telas...

- ¿Te gustan las telas?

- Sí, mucho. Creo que mañana tengo que recoger telas.

- ¿Recoger?

- Sí. Pedí telas de otros lugares que me gustaron y las van a transportar. Llegan mañana. - por esas telas habia esperado mucho. No llegaban de un día a otro.

Los árboles terminaban siendo pocos en un lugar donde había un lago. Lo podía ver atravez de los escasos árboles que nos separaban.

Nunca había caminado siguiendo los caminos. Además de que solo paseaba por las calles y no el bosque...

- Mira ese lago. - me dijo Tom pensando que no lo había visto. - Se ve muy limpio.

- Sí. Hasta parece transparente.

Nos quedamos ahí parados admirando el lago. A su alrededor habían muchas pequeñas piedritas. Se veía muy lindo.

- ¿Quieres ir? - le pregunté pensando que tal vez quisiera ir.

- Claro. - dijo pasando los árboles que estaban como obstáculos.

Me quedé un momento observando hasta que me llamó y entonces tambien pasé por un lado donde no habían muchos. Tal vez rasgaba el vestido.  No queria que pasara porque ese me gustaba mucho.

- Hay peces. - dijo Tom con emocion.

- ¿Enserio?

- Sí. Pequeños.

Me acerqué y pude ver que efectivamente habían  peces.

- Estan muy... - no pude terminar de hablar. - ¡Ahh!

No me fijé por donde caminaba y por eso terminé en el agua. Me resbalé con una piedra. Que vergüenza.

Tom se apresuró a ayudarme a levantarme.

- ¿Estas bien? - preguntó cuando ya estaba fuera de agua.

- Sí. Me he resbalado.

Entonces Tom se hechô a reir.

CAPAS DE MENTIRA  |  TOLLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora