Belladona Crouch siempre intentó ser una buena alumna, una buena nieta, una persona ejemplar.
La llegada de Mattheo Riddle hará que poco a poco caiga en todas las tentaciones que había evitado hasta el momento, y aunque él se acercó por una apuesta...
Pasar toda una semana en su cuarto no sonaba tan mal al principio, podría descansar y estaba totalmente segura que no se iba a aburrir, porque Matty se iría a instalar con ella desde el primer día, o eso pensó.
Las visitas de su novio eran cortas y esporádicas, parecía que cada vez que hablaban demasiado a él le surgía la necesidad de irse, o a veces entre besos en vez de llegar a algo más él terminaba por considerar que mejor era dormir, si es que no se iba.
Las cosas no mejoraron cuando Belladona volvió a las clases la semana siguiente, todo siguió de la misma manera con Mattheo. Pensó que quizás ella estaba siendo muy empalagosa, o tal vez el problema que tenía era más difícil de lo que ella consideraba...Decidió que darle demasiadas vueltas al asunto no era para nada bueno para su cabeza, así que se concentró en clases y en su encuentro con la joven de Ravenclaw.
Belladona llevaba la pócima de amor en su bolso y la esperó apoyada en el único árbol que tenía el patio interno. La otra joven llegó junto a sus amigas, una de ellas cargaba a un cachorro blanco con manchas marrón claro.
—La doble cola tuvo que ser cortada...
—Lo sé, estaba en la prueba que hice para tener la licencia —interrumpió, quería hacer eso rápido.
No entendía como el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas aún no había pensado una solución mejor que cortarle una de las colas a los crups con un hechizo cortante indoloro, ¿nadie pensó en simplemente usar alguna poción o encantamiento para invisibilizar la segunda cola? ¿Si hay capas de invisibilidad, nadie tomó la idea de hacer una pieza que se pueda poner en su cola cuando salga a pasear? Bueno, sabía la respuesta a eso, eso corría por responsabilidad del dueño, y sería difícil controlar si cumple eso cada vez que el animal sale a la vista de los muggles, con la cola cortada ya se aseguran que el dueño cumplirá o cumplirá. Debería estar agradecida que le dejaron hacer la prueba por correspondencia y no pedir algo imposible como que salga de Hogwarts para hacerla.
—¿Tienes la amortentia? —preguntó algo molesta por la actitud de la slytherin.
—Como prometí —respondió sacándola y mostrándole—, sólo es para un examen, ¿cierto?
—Por supuesto —respondió fingiendo inocencia mientras tomaba el frasco en la mano y su amiga le daba a Belladona el cachorro.
—Bueno, fue un gusto hacer un trato contigo —mencionó por cortesía Wolfy mientras, encantada, dejaba que su nueva mascota le lamiera la cara. Nox que estaba parado en una de las ramas del árbol fue a dejar un mensaje en el momento que ella se despidió.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Terminado ese asunto, las tres chicas emprendieron camino para ir a su sala común mientras hablaban de lo fácil que fue engañar a la slytherin, de cómo Theodore caería directo hacia ella después de tomar la poción. Hasta que el profesor Fitwick, jefe de casa, llegó a interrumpirles el camino, alguien (Tom) le había revelado que descubrió a unas jóvenes de Ravenclaw con una poción de amor, cosa que estaba prohibida en Hogwarts si no se estaba en clases de pociones bajo la supervisión del profesor Snape, aunque intentaron justificarse y culpar a alguien más fue inútil, el profesor había llegado a escuchar antes de su llegada a ellas hablando de cómo lo usarían.
