Capítulo 11

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Durante la caminata hacia el sedán, Anja por fin pudo acomodar sus pensamientos y pidió una pausa a su compañero. Se comunicó enseguida con Camilla y la mantuvo al tanto de lo que estaban recabando. Incluso le habló de Nikolaj Grönnborg como esperando que su jefa tuviese detalles al respecto, pero lo único que recibió de su parte fue un «creo que trabaja en el Ministerio de Justicia». Poco después, Anja procedió a detallar sus intenciones de buscar a los «niños» perdidos, que hoy serían adultos. Le pidió ayuda para rastrearlos, si era posible, y esta se mostró de acuerdo.

      —Por cierto, Anja —dijo Camilla antes de colgar—. Mañana es el funeral de Hansel Krigerssen.

      —¿Qué arrojó la autopsia?

      —Nada que no supiéramos. El abogado sí fue degollado tras haber perdido el conocimiento. El Carnicero utilizó la técnica más indolora posible. Y no tiene ningún golpe violento ni nada, lo que sugiere que el asesino sí consideró engañarlo.

      —¿Podemos decir que Hansel (o Frederik, como en realidad se llamaba), sí conocía al asesino? Danjel y yo tenemos la teoría de que era un familiar o un allegado.

     —Es posible. Pero no podemos descartar que El Carnicero intentó recurrir a sus servicios.

      —Camilla, si te soy sincera, no estoy muy segura de esta última hipótesis —le dijo, mirando a Danjel, que se mordía una uña—. Como conocimos en persona a Hansel... Frederik Grönnborg, no nos pareció un sujeto que estuviera abierto a cualquiera que lo busque. Míralo así: el tipo tenía a sus clientes favoritos; nos dijo que todos ellos eran buenas personas pese a sus reputaciones. Además, tú bien sabes que los fiscales como él son casi siempre asignados por el Estado para defender a personas indeseables como Antonio Berlusconi.

      —Sí, creo que tienes razón —musitó su jefa—. No lo había pensado. Puedo admitir que hay mucha probabilidad de que sea como tú lo dices.

     —Entonces ¿estás segura de no saber mucho sobre Nikolaj? Aquel podría ser su hermano.

     —La verdad es que no —zanjó el asunto—. Anja, les iba a pedir que fueran al funeral de Hansel.

      —¿Para qué?

      —Necesito que hagas algo. Ah, tal vez Nikolaj Grönnborg esté allí.

      —Muy bien, Camilla, ¿pero no es un evento privado?

      —No importa. Karl nos filtró la ubicación y queremos que vayas a representarnos.

      —Es verdad, ¿él ya sabe lo de su familia?

      —Eso te iba a pedir. Cuéntale a Karl la verdad, lo que ha estado ocurriendo. Tiene el derecho de saber. Me hace muchas preguntas y yo no tengo tiempo para respondérselas.

      Anja resopló más que suspirar.

      —Ok.

     —Gracias, Anja.

      Cerró el teléfono de un golpe.

      —¿Cuál es el siguiente paso, jefa? —se mostró intrigado Danjel Nølsson.

      —Hablar con Nikolaj Grönnborg. Pero antes, buscaré un poco de contexto.

***

      Como tenía la tarde libre, Anja decidió investigar en Internet sobre los secretos de la familia en cuestión. Se encerró en su habitación y se comunicó a menudo con Danjel. En uno de sus muros, en donde colocaba recortes y fotografías, la inspectora iba reconstruyendo la información que había reunido.

Un paraíso sin ángeles [ONC] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora