CHANYEOL
Introduje la llave en el pomo de la puerta y la giré. Una oleada de humo de cigarrillo rancio me llenó la nariz y tosí al entrar en la destartalada habitación del motel. Había manchas dudosas en la alfombra y en la manta, pero de todos modos no iba a dormir.Dejé la mochila que había agarrado en la mesita y me senté después de comprobar la silla. Al echar un vistazo a la pequeña y deprimente habitación, se me revolvió el estómago. De vuelta al punto de partida, ¿eh?
No, no debería molestarme. Estaba acostumbrado a vivir en lugares en los que otras personas podían rechazar. Pero, por alguna razón, me picaba como si los bichos se arrastraran por mi piel. Me levanté y empecé a pasear de un lado a otro tratando de obligarme a pensar en otra cosa que no fuera el hogar que había dejado atrás.
—Esto está bien —, murmuré para mí. —Estoy bien.
Miré el reloj del otro lado de la habitación. Mi teléfono se había quedado atrás. Estaba seguro de que ya lo habían encontrado tirado en uno de los arbustos de la parte delantera de la casa. No podía hacer mucho más que esperar a que los autobuses empezaran a circular e intentar salir de Seúl. Había uno más que podía tomar, el de la 1:15 a.m. No podía volver a Busan, pero podía sobrevivir en cualquier sitio.
Antes de que pudiera pensarlo, me levanté de mi asiento y agarré el teléfono del motel. Mis dedos marcaron en piloto automático y contuve la respiración mientras sonaba el teléfono. Se oyó un estruendo antes de que escuchara el familiar sonido de mi madre aclarándose la garganta.
—¿Hola?
—Hola, mamá.
Suspiró. —Oh, es Diez.
Gemí. Dios, odiaba ese maldito nombre.
Durante mucho tiempo había sido ChanYeol o Bebé y ahora volvía a ser Diez. Me estremecí.
—ChanYeol, mamá—, le recordé por enésima vez.
—Oh, por favor, Diez. No seas difícil—. Ella suspiró más profundamente. —¿Y dónde estás tú? Hace meses que nadie sabe nada de ti.
—He estado... ocupado—, dije, apoyando la cadera en el tocador abandonado. —Trabajando y demás.
—¿No te acuerdas de tu propia familia cuando trabajas?—, resopló. —Te estuve llamando como loca hace unas semanas y tu teléfono estaba apagado. Si trabajas tanto, ¿dónde está todo tu dinero?
En tu bolsillo. Y en el de papá. Y en el de mis hermanos. Todos tienen una parte menos yo.
—Lo siento—, murmuré en su lugar, limpiando mi mano por la cara. No tenía ganas de discutir con mi madre esta noche. —Sólo estaba comprobando cómo estaban todos.
—Estamos bien, por supuesto que sí—, dijo y prácticamente pude ver su nariz levantada en el aire. —Por supuesto, nos vendría bien un poco de ayuda por aquí...
Aquí vamos.
No sabía por qué pensaba que algo sería diferente llamando a casa. Quería consuelo, escuchar voces que me extrañaran. Pero mi familia no era eso. No eran cálidos, acogedores o comprensivos. No, eran fríos y cerrados.
—Veré qué puedo hacer cuando me instale—, dije mientras me dolía el pecho y me lo frotaba. —Escucha, tengo que irme pero te llamaré pronto.
—Eso es lo que siempre dices, cariño—, suspiró mi madre. —Pues vete, escapa otra vez.
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𝐁𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐦𝐞 𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲 || 𝑺𝒆𝒀𝒆𝒐𝒍
FanfictionChanYeol tiene que pagar el dinero que le robó a SeHun. » bottom Chanyeol ‼ » mafia au ‼ » mu3rt€ de personajes secundarios » s@ngr3 y v¡0lenci@