Capítulo 5. Búsqueda.

19 2 13
                                    

Capricornio detiene su coche a unos metros del antiguo almacén de Cáncer. La llovizna hace que la tierra tenga un agradable aroma, que contrasta con el espantoso lugar; los altos muros están grafiteados, las ventanas rotas y ni siquiera hay que ser un sabueso para saber que lo que se consume en el interior del lugar no es solo tabaco. Alguna vez fue un lugar donde la constelación guardaba cosas parecidas para él, tras su muerte, esas cosas pasaron a pertenecer al segundo al mando. Solo la Diosa sabe dónde quedó todo. Ahora este lugar es...

–¡Damas y caballeros inician las apuestas! – desde el exterior la voz de Dalan retumbo.

Capricornio se detuvo de golpe. –¿Es enserio?

La mirada acusadora de Capricornio solo hace que me de risa.

–Tú no deberías saber de este lugar– afirma Capricornio como el adulto responsable que es.

Me encojo de hombros antes de acercarme al lugar. –En algo se deben entretener las personas de aquí.

La puerta se encuentra bloqueada por el cabeza hueca de Arty, me barre con la mirada antes de ver a Capricornio.

–Da la vuelta, Ben, harás que Dalan pierda dinero– me dice cruzándose de brazos, es enorme, pero el tamaño no importa cuando Capricornio está aquí.

Las constelaciones regidas por la tierra, que serían Tauro, Virgo y Capricornio, son bien conocidas por su fuerza bruta, puede parecer un blandengue, pero un golpe de Capricornio podría volarle la cabeza a un humano. Espero que no lleguemos a algo como eso. Me incline en dirección de Arty, como si le hablara de un gran secreto. Es obvio que Arien está ahí adentro y Dalan no quiere que yo lo saque.

–Oye, ¿no ves a este sujeto? – susurrando mientras señalo a Capricornio. –Mira solo el abrigo que trae, está forrado de dinero, déjanos pasar.

Arty echa un vistazo a Capricornio, que está de pie con una pose de niño rico. Poco falta para que revise su manicura.

–Pasen– se rinde Arty dando un paso a un lado. –Pero no se metan en problemas.

Mientras paso a su lado, tanto Capricornio como yo vemos el tatuaje de Arty en su cuello, un cangrejo...

–Sería más fácil si dijeras quien eres, la gente aquí haría lo que tu dices– susurra Capricornio antes de frenar en seco.

El almacén tiene techos altos, pero también hay cadenas que atraviesan estos hay varias personas trepadas sobre las cadenas, abucheando al suelo. El lugar está abarrotado de personas, el lugar apesta a sudor, alcohol y drogas. Hay chicas jóvenes con bandejas llenas de cerveza y bocadillos, caminan en ropa demasiado pequeña para el maldito frío que hace en esta época del año, al menos el calor de las personas hace que sea tolerante. Los gritos y emoción va dirigido al centro del almacén donde hay una plataforma de madera, donde se hacen las peleas clandestinas. Es viernes a final de jornada laboral, las personas vienen aquí para relajarse después de toda la mierda que viene con ser una persona jodida en un mundo jodido. No los culpo.

–Can...

Capricornio cerro la boca cuando me gire a verlo, quiza no di mi mirada más cordial, pero el idiota me iba a delatar en medio de un ejercito de seguidores.

–Ben– murmura Capricornio no muy feliz.

–Dime– digo mientras me escabullo entre las personas.

–¿Qué mierda es este lugar? ¿Porque lo conoces? ¿Has consumido?

–¡Claro que no!- grito demasiado alto tal vez, miro a mi alrededor, algunos me miraron extraño. –Escucha, la gente de Zona Almadén ha estado metiéndose en Zona Siamesa de poco a poco, siempre ha habido drogas en esta parte de la ciudad, pero ahora las cosas están peor, no lo menciona, aquí hay seguidores de Sagitario.

El Territorio del CangrejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora