Capítulo 15. Las escondidas.

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Diez.

No lo creía... no podía ser, ellos no podían perseguirme como si fuera un animal.

Nueve.

No se atreverían, va en contra de las reglas de las Constelaciones.

Ocho.

¿Vale la pena arriesgarse?

Siete.

No, no lo vale, comienzo a correr tan rápido como me permiten mis piernas, escapando entre las casas. El frío se adhiere a mi piel, resultado del miedo que siento.

Seis.

La escarcha se adhiere a mi ropa y sólo puedo rogar a la Diosa para que esta no deje un rastro.

Cinco.

Subo a uno de los techos, dando largas zancadas para alejarme lo más posible.

Cuatro.

No es suficiente tiempo.

Tres.

Caigo en lo que debería ser el jardín de una casa abandonada, pero con la cantidad de chatarra, es más bien un depósito. Duele como la mierda.

Dos.

Me arrastro entre el metal oxidado para entrar en la casa, la puerta cayó en cuanto la toque y sigo arrastrándome con dolor en la pierna sangrante.

Uno.

Estoy jodido.

"Es una especie en peligro" mi propia voz hizo eco, un recuerdo de mi vida anterior. "Los mortales solo saben destruir todo, ¿quieres que deje a una especie tan hermosa a la deriva?"

Aries era un hombre intimidante en su vida pasada, era tan grande como lo es ahora Tauro, la mirada ardiente de ira era suficiente para hacer callar a cualquiera. él no era el mayor en ese tiempo, si no virgo, pero en el Palacio de las Estrellas, Virgo se mantenía callado. Siempre lo estuvo, con un joven Capricornio a su lado, al cual le entregaba unos papeles y le ordenaba retirarse.

"Los métodos que empleas no son los correctos" dicta Aries, yo era mayor, él debía respetarme, el acuerdo de las constelaciones dictaba que se debía respetar a la constelación mayor. Me gire a Virgo, esperando que estuviera de mi lado.

"Tiene razón" dijo Virgo, su voz áspera y cansada. "¡Capricornio!" grito haciendo estremecer a todos los presentes, Piscis se escondió detrás de mí, sin un Acuario para que lo cuidara, parecía mucho más asustado de lo que debería. Capricornio se detuvo en la puerta del palacio. "Resuelve esto rápido, no voy a tolerar más errores"

Había lágrimas que se negaban a salir en los ojos del niño, 15 años apenas tenía.

"Cáncer, estoy de acuerdo contigo, es una labor noble lo que haces, pero los castigos que das son demasiado severos para los civiles" habla Virgo, porque es el mayor y le debo respeto. "Cuando muera y seas el mayor de nosotros, no quiero ver como se incendia la ciudad por tu falta de control"

"Tendrás que vivir muchos años más para evitar que Cáncer tome el puesto" se quejó Aries, tomando asiento.

"Te aseguro que seré mejor que ustedes, desprecian el trabajo de Capricornio y Piscis solo por ser jóvenes, si yo soy severo con los cazadores ¿ustedes que son para esos dos niños?" tenía que sacar toda mi ira.

"Son constelaciones, tienen un deber"

Fui bueno, tomé a Piscis bajo mi ala y lo protegí de Aries y Virgo, no pude llegar a Capricornio, la culpa me carcomía. Pero jamás lo menosprecie.

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⏰ Última actualización: Oct 19 ⏰

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