Capítulo 10. Mio.

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El viento se alzó de forma poco natural, el polvo se alzó en remolinos y la basura se movió, fue entonces que Acuario descendió de los cielos como si fuera una deidad, las personas en la calle soltaron exclamaciones de asombro mientras lo veían tocar suelo con una elegancia poco natural, parecía que la mismísima Diosa lo envió para ser un salvador, ajusto las mangas de su camisa y sonrió en mi dirección, pero solo sonreía a Escorpio, que estaba detrás de mí. Pocos segundos después un tiburón hecho de luz bajo con nosotros, en su lomo estaba Piscis, acarició al tiburón mientras baja y este desapareció en un destello.

—¿Estás listo para irnos? — preguntó Acuario, ignorándome por completo.

Sonreí. —En realidad, decidimos que yo sería el que los acompañara. Esco se encargará del trabajo aquí.

La sonrisa de Acuario desapareció, parecía consternado. —Ya se había decidido que irá Escorpio— su voz es profunda y un poco intimidante.

—Si, bueno. Nosotros tomamos las decisiones— respondí y para respaldarme, recargue el codo en el hombro de Escorpio.

—Es una mejor decisión, llevaremos a Cáncer— dice Piscis.

—No, las constelaciones decidimos en votación, será como se había decidido— exige Acuario.

—Arien no quiere ir, ¿verdad? — miro a Escorpio para que esté a mi favor, pero está atontado todavía por Acuario.

—No me gustaría obligarte a hacer algo que no quieras, me disculpo profundamente por esto, pero ha sido una decisión entre todos, si no cumplimos con esto, ¿como podremos cumplir con las decisiones más importantes? — preguntó el doctor mientras levantaba la mano en dirección a mi ¡Mi! amigo. —Vamos, Escorpio, cuidare de ti.

Hay un sentimiento asqueroso en mi pecho, así que me interpuse. —Soy el dueño de la zona, Arien incluido.

—¿Arien? — preguntó Acuario.

—Su nombre— explique rápidamente.

—Me quedaré— dice Escorpio. —Ben quiere hacer las paces por lo sucedido ayer, para negociar sobre el envío de medicamentos.

Piscis sonríe.

—No— expresa Acuario. —No hay nada de que negociar, no tienes nada para darme y si alguien debería negociar es Escorpio, la persona que compra los medicamentos, tiene mucho más conocimiento que tú.

—Acuario, tiene un...

—¡He dicho que no! — El grito de Acuario hace a todos temblar y el viento se agita a tal punto que sentí que saldría volando. Vuelve a levantar su mano. —Es hora de irnos.

Piscis suspira. —Como el mayor aquí debería...

Acuario lo mira con los ojos brillantes: —Como el mayor aquí deberías saber que los sentimientos del pasado no deben interferir en las acciones del presente, tu deuda a Cáncer no debería ser la razón por la sientes preferencia a él. Se tomó una decisión y si respetas a tus compañeros obedecerás.

Podrá haber una diferencia de edad, pero Acuario en cada vida estuvo con Piscis, siendo su mentor, siempre era más sabio, más sensato y más firme, todo con el fin de guiar a Piscis por el camino correcto. Piscis podía alzar la cabeza para verse más grande tanto como quisiera, Acuario jamás temblaría ante él. Era el océano encarnado.

—Como desees— susurra Piscis mientras se retira. —Los veo allá, si se retrasan mucho iniciare sin ustedes.

El tiburón resurge de nuevo, esta vez se veía más agresivo mientras Piscis lo montaba y comenzaba a nadar como si el aire fuera agua.

El Territorio del CangrejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora