El Secreto de Su Alteza Mehmet

010

Trigger warning:
⚠️ Escenas +18
⚠️lenguaje inapropiado
⚠️contenido sensible
Este es un capítulo largo que contiene escenas que pueden no ser del completo gusto del lector. Lea bajo su propia responsabilidad y en caso de no gustarle este tipo de narraciones, por favor salte directamente al próximo capítulo.
Gracias ☺️

—¡Anastasia! No puedes saltarte tus clases.

—Pero eso ya lo sé, se sobre etiqueta, baile, música —el se acercó a mí y me tomó por la cintura.

—Aún así, que dirán si faltas tanto? Ya te permití no ir tres veces esta semana.

—Dirán que usted habla tanto conmigo que no puede dejarme ir. —le di una sonrisa radiante intentando convencerlo.

—Te lo permití, porque solo eran un par de veces, pero ya es mucho, Ana.

Ha pasado casi una semana, de ese encuentro tan tierno y por alguna razón el príncipe Selim me llama a sus aposentos diario, solemos hablar o comer juntos, pero aún no ha pasado nada fuera de lugar. Además aprovechaba para faltar a mis clases.

—Está bien... volveré a tomar mis clases —Dije de mala gana y el estamos sus labios contra mi mejilla provocándome cosquillas

—Buena chica —Me separé de él inmediatamente.

"Buena chica" La voz de Mehmed resonó en mi cabeza mientras Selim me miraba desconcertado.

—Ana... estás bien? —Intentó acercarse a mi pero yo retrocedí.

—Ah? Sí, perfectamente —Sonreí, el me tomó por la cintura y me acercó a su cuerpo... va a besarme, estoy segura.

Pero antes de que el pudiera hacer nada escuchamos fuertes gritos provenientes de afuera, luego la puerta de abrió de par en par dejando ver a una mujer rubia.

—Príncipe! Por qué me hace esto? No soy suficiente para usted que tiene que buscar a otras mujeres?! —Miré a Selim confundida, en un movimiento me puso detrás de su cuerpo al ver como la mujer se acercaba peligrosamente.

—Dilsah! Ya basta.

—Como puede estar con esa ramera! No sabe los rumores que hay sobre ella?! —Mi corazón se congeló.

Pensé que aquí estaría a salvo de mi mala reputación fuera del palacio, pero al parecer me equivoqué.

—Ana, vete a tus clases —Ordenó en un tono que jamás había escuchado de él, su tono amable desapareció.

Hice lo que me pidió y en un ágil movimiento salí de los aposentos ilesa.

Aceleré mis pasos sin llegar a correr ya que no está permitido. Aún así debería llegar a mi habitación rápidamente antes de ir a la clase del día, necesito tomar un poco de la medicina que me dio la doctora hace ya un tiempo

—Ey, ey, ey. Dónde vas? —No, no puede estar pasándome. Mehmet.

—mis... mis clases —respondí en un hilo de voz sin mirarlo. El agarre de su mano en mi brazo se volvió más apretado y su mirada estaba fija sobre mi, aún con la cabeza baja, podía sentirla

—Te dije que me mires cuando te hablo. Anastasia. —Con su mano libre levantó mi mentón obligándome a verlo, mis ojos ya estaban cristalinos por las lágrimas asomándose y mi cuerpo tiembla. —Mírate, estás temblando de miedo. —Resalta lo obvio.

No puedo decir nada solo puedo mirarlo fijamente mientras mi corazón late a mil por hora. Repentinamente recuerdo sus palabras "déjame verte llorar."  Y una lágrima baja por mi mejilla.