—Está noche habrá una fiesta en el haren, es el cumpleaños de el príncipe Mustafa, y a su majestad le pareció una buena idea hacerle una fiesta. —Dijo Susan arreglando mi vestido. Acaricié mi vientre apenas abultado.
En estas últimas semanas lo único que me había importado era mi bebé, e intentaba no vomitar todo lo que comía, aunque no fuera tan fácil.
—Puedo negarme a ir? —Pregunté pero susan Negó
—De hecho creo que te vendría bien salir de tus cuatro paredes.
—Me gustan mis aposentos, y creo que a Franco también.
—Quien es Franco?
—Mi bebé, ya elegí su nombre, Francesco. —Sonreí ilusionada.
—Sabes que no puedes escoger su nombre, cierto? —Elevó una ceja mirándome con desaprobación.
—Y quien más lo elegirá si no es su madre? —Pregunté frunciendo el ceño—. Su padre está completamente ocupado cuidando a su otro hijo, porque debería el elegir el nombre de mi bebé, yo voy a darlo a luz y yo lo voy a llevar durante 7 meses más —Susan se encogió de hombros y suspiró cansada.
La puerta sonó, Susan se acercó an ella y la abrió, dejando ver al hombre detrás de esa puerta, un hombre alto y pelirrojo, que reconocería donde fuera, Selim.
—Estás ocupada? —Negué con la cabeza.
—Susan, por favor vete. —Ella abrió sus ojos con sorpresa.
—Yasemin!
—Retírate, por favor.
Ella nos dedicó una mirada desconfiada pero aún así se fue.
—Que sucede? —Pregunté mientras hacía una reverencia.
—No se como decirte esto... —El empezó a jugar con sus manos, nervioso.
—solo dilo —Suspiré.
—Nurbahar... entró en labor de parto...
—Me alegro por ella. —Respondí sin expresión.
—No tienes que fingir ante mi Yasemin. —Lo miré con el ceño fruncido.
—Solo a eso viniste? Pude haberme enterado por otros medios.
—Quería que lo supieras de primera mano.
—Entiendo, gracias por preocuparte por mi. —Mire como se acercaba a mi, iba a detenerlo, peor las palabras no salieron hasta que estuvimos frente a frente.
—Que tortura he sentido todo este tiempo —Puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. — Te extraño, Yasemin.
—Selim —Suspiré poniendo una mano en su pecho— Esto es peligroso —le recordé pero a él parecía no importarle.
Su mano acarició mi mejilla y bajó hasta mi cuello, mi mirada y la suya se encontraron, mi respiración estaba entrecortada y el me miraba suplicante.
—Selim
—No digas nada por favor —Pidió mientras su mano regresaba a mi mejilla. —Me he contenido como no tienes idea todo este tiempo, especialmente desde que te mudaste a estos aposentos, el solo saber que te tengo justo a mi lado y no puedo ni siquiera hablar contigo... me vuelve loco.
—Por más que desee esto, no es posible. —Dije bajando la mirada.
—Yasemin.. —Se acercó más a mí
—Van a matarme si se dan cuenta.
—No lo harán, seré cuidadoso, seremos. —Corrigió al final. Con su pulgar acariciaba mi mejilla mientras seguía viéndome con esos ojos azules.
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El Secreto de Su Alteza Mehmet
FanfictionUna mujer entregada al palacio otomano, un príncipe que necesita saciar sus impulsos más oscuros. El la ve como una presa fácil, ella no puede evitar odiarlo por todo lo que le ha hecho. ¿Amor al odio? ¿Odio al amor? "Déjame verte llorar".