022

371 33 7
                                    

Las corrientes de aire se volvían más agresivas y heladas conforme pasaba el tiempo, ya llevaba un buen rato perdida en el bosque con una ardilla herida entre mis brazos.

—Genial, esto es... genial. —me senté en un tronco que había por ahí para descansar, había caminado bastante.

Según lo que dicen cuando te pierdes lo mejor es quedarse quieto hasta que la ayuda venga...

Pero y si no vienen?

















[...]

—Y entonces su majestad dijo que estaba cansado —Sonrió Mustafa.

—Me hubiera gustado estar ahí. Pero tenía cosas que hacer, y ahora estoy dando un paseo con Anastasia —Me volteé pero no la vi a mi lado.

—Tu amiga se fue hace un rato.

—Y porque no lo dijiste? No conoce el palacio ni mucho menos el bosque! —Me acerqué a uno de los jinetes de mi hermano.—Dame el caballo.

—Pero su alteza...

—No me oíste? Fue una orden, dame el caballo.

El hombre rápidamente me dejó el paso libre y me subí al caballo.

—Mehmet, tranquilo, seguro está cerca. Vamos a...

—Vete tú, iré a buscarla. —Y con eso empecé a sumergirme en el bosque para buscar a Anastasia.

Pero no la veía por ninguna parte y eso me preocupó.

Seguí adentrándome en el bosque, rogando porque la noche cayera más lento de la habitual. Seguramente estaría asustada, sola y sin saber dónde está, la pobre debe estar devastada, y es mi culpa por no poder protegerla, una vez más... no pude protegerla.

















[...]

—Por aquí no es cierto? —La ardilla movió su cabecita a los lados.— me estoy volviendo loca o me estás contestando?

Sonreí mientras seguía caminando por el bosque con la ardilla en mis brazos.

—Estará buscándome? No es tan malo para no hacerlo —Sonreí un poco.— No sabes de quién estoy hablando no es así? —La pequeña ardilla solo me observaba fijamente. —Mehmet, Digamos que es mi... esposo? No lo sé, soy una de sus mujeres... aunque soy la segunda, la otra. —Sonreí amargamente.

Me senté en el suelo, ya podía ver como el cielo empezaba a oscurecerse lo que me hizo suspirar.

—El... ama a su primera mujer, ella le dio un hijo, y yo perdí al mío, no me cuide lo suficiente y... murió. —Me quedé callada un rato y luego volví a hablar—. Estoy bien... Creo, pero Mehmet ha estado conmigo este tiempo... y ha sido un poco agradable —Sonreí un poco

La ardilla chilló en mi regazo.

—Está bien, fue Muy agradable. Pero, ha sido todo muy complicado hasta ahora, y no se que hacer.

—Blah Blah Blah, por Dios te has vuelto demasiado sentimental. —Una voz a lo lejos respondió y como odiaba saber a quién pertenecía.

—Padre? —Me levanté inmediatamente e hice una reverencia.— Como llegó hasta aquí?

El se acercó y por supuesto no respondió, me tomó por el mentón y me obligó a verlo.

—Anastasia, cosa hai fatto? (Que has hecho) — me mostró su expresión y estaba molesto, muy molesto. — Non mandarti qui per essere la seconda donna, sveglia (no te envié aquí para ser la segunda mujer, espabila) —Me dio una ligera palmada en la mejilla

El Secreto de Su Alteza MehmetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora