El Secreto de Su Alteza Mehmet

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—Madre...

—Anastasia, he esperado mucho por ti, estuve esperando en este lugar hasta que decidieras venir a mi.

—Pero... —Ella me interrumpió.

—Cariño... no eres feliz, crees que no he visto todo lo que haces? Lo que tu padre te hace hacer? No eres feliz, y nunca lo serás si sigues así.

—Entonces dejaré de hacer lo que él dice!!

—Mi inocente Anastasia, ¿crees que tu padre te dejará así por así? Eres su mejor instrumento. Destruyó tu reputación, te hizo hacer tantas cosas, ¡todo por poder! ¿Y que hiciste tu? Lo seguiste por su aprobación.

—Señorita, se verá preciosa hoy en el baile, y a lo mejor conquista a muchos pretendientes —Sonrió una de las sirvientas arreglando mi vestido. — La señora estará muy feliz de saber que se ve hermosa

Ese día mi madre estaba fuera de la ciudad, visitando a algunos familiares, yo me había quedado en la mansión, por qué debía cumplir mi deber.

—Señorita Anastasia, Su excelencia solicita su presencia inmediatamente.

Asentí y rápidamente salí de mi habitación para encontrarme con mi padre.

Ese año sería la primera vez que me presentaría en un baile de alto rango fuera de la mansión de mi padre, estaba nerviosa y algo emocionada. Pero no era para tanto, ya que tenía buenos modales y conseguía entablar una conversación fácilmente.

—Anastasia, siéntate. —ordenó en el momento que me escucho llegar.

—Dime padre, que necesitas? —Pregunté con rapidez.

—Necesito que hagas un trabajo por mi.

—Por supuesto, dime.

—En el baile al que irás hoy, asistirá uno de mis peores enemigos Adrián Benedetti. —Asentí con la cabeza.— Necesito que lo seduzcas —Dijo sin pelos en la lengua tomando del vaso en su mano.

—Perdona? —Pregunté frunciendo el ceño.— Yo no...

—Anastasia, ni es una pregunta, es una orden. —Chasqueó la lengua y se acomodó en una butaca—. Un escándalo como ese, lo destruirá.

—Y a mí también! Padre, es mi primer baile! Que demo- —Me dio una bofetada antes de que siguiera

—No seas insolente, Anastasia. —Resopló y se levantó de su lugar molesto.— Has lo que te dije o habrá consecuencias y por cierto —Se acercó a mí y me tomó de las mejillas. — Ni una palabra de esto a tu madre.

Ese día mi reputación fue completamente manchada, asistir a los bailes se volvió una tortura porque mi padre siempre tenía un objetivo. Ninguna dama deseaba racionarse conmigo por mi mala fama y jamás tuve una amiga.

—Te aseguro que estar conmigo es mejor que seguir viviendo así.

—En ese caso viviré la vida que deseo para mi.

—Crees que podrás hacerlo? —Preguntó con una expresión burlesca.

—No tengo nada que perder, no es así? —Ella suspiró sonoramente.

—Bien, supongo que me sentaré a esperar otra vez —Sonrió un poco.

Pensé que iba a molestarse pero pareció emocionada incluso, me dio un beso en la mano y luego me despidió.