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—Que es todo esto? —Pregunto viendo el baúl frente a la puerta de mi habitación

—De parte de su alteza Mehmed. —Responde de forma inmediata un guardia llamando la atención de las criadas.

Siento como mis mejillas se tiñen de rojo, bajo mi cabeza y abro el baúl, dentro había una nota, la cual iba a tomar pero una de las criadas me la arrebata con una sonrisa burlista.

—Dámela! Es mía! —Le reprocho pero ella solo se ríe y empieza a leer en voz alta.

— Lamento haber rasgado tu vestido y ser tan... brusco. —Se calla inmediatamente y yo le quito la nota de las manos.

Lamento haber rasgado tu vestido y ser tan brusco, y como obsequio te envío estos vestidos de la más alta calidad, puedes hacer con ellos lo que quieras.

Att.M

Así que por eso no estuviste en la clase de ayer?

—Eso no te incumbe. Por cierto —Me volteo para hablarle al guardia el me mira sin expresión—, por favor, devuelva esto. No necesito vestidos.

El guardia abrió sus ojos a más no poder, pero no dijo nada, tomó el baúl y se fue del haren.

—Su alteza va a matarte, no es de buena educación rechazar un regalo de los príncipes. —Justo cuando iba a contestarle a la mujer se escucharon algunos gritos alejados

—Donde está esa maldita?! —Los gritos se escuchaban cada vez más cercar del haren, y en la puerta se asomó la favorita de Mehmet, Nurbahar.

Las demás muchachas la miran completamente sorprendidas. Por mi parte no me molesto en decir nada, solo la miro fijamente hasta que nuestras miradas se encuentran y ella se acerca molesta.

—Tú, como te atreves?! —Grita y luego me suelta una bofetada. — Como te atreves a meterte con mi príncipe?! —Otra vez vuelve a abofetearme.

—Tu príncipe? —pregunto en tono burlón y ella aprieta la mano en un puño.

—Sí! Mi príncipe, el príncipe Mehmed es mi príncipe! Yo soy su primera mujer! —La mujer sigue gritando no importándole si hay gente mirando.

—Eres la primera, pero no la última, que te entre eso en la cabeza. —Respondo acercándome a ella.— . Conoce tus límites, quién eres tú para llamar a un príncipe tuyo?

—Cállate Maldita! —Está vez se abalanza sobre mi haciéndome caer de espaldas y seguir golpeándome la cara. —Tu no eres nadie! El me ama a mi! El me lo dijo!

—Nurbahar! Es suficiente! —La voz de un príncipe resuena en cada rincón del haren.

La mujer se detiene abruptamente, mira sus manos manchadas con mi sangre y tiembla aterrorizada. Detrás de ella aparecen dos siluetas de hombres, uno es Mehmet y el otro...

—Ana! —Es el príncipe Selim.

El se acerca a nosotras y empuja a Nurbahar lejos de mi, me levanta en sus brazos y entra en mi habitación colocándome suavemente en mi cama, esta escena me trae un deja vu.

—Mírate, te sanas de una herida y te infringen otra... —Acaricia mi mejilla con ternura y yo no sé qué decir.

—Príncipe... yo...

—Sé lo que vas decirme, y lo sé, sé lo de Mehmed. —Me estrecha entre sus brazos en un abrazo, pero me transmite la sensación de que no quiere alejarse de mí.

—Lo siento... Yo no... —Una lágrima baja por mi mejilla, me siento tan culpable, siento como si lo hubiera traicionado.

—No es tu culpa debí haber hecho algo mientras podía, debí hacerte parte de mi haren para protegerte.

—Todo... Está bien.

—No está bien Ana... mira lo que te ha causado... lo que él te ha hecho...

—No se preocupe por mí... después de todo, ya no podemos tener contacto de esta manera. Usted y yo... estamos prohibidos el uno para el otro.

—No digas eso... no —El pega su frente a la mía y me da un beso en ella.— Me niego... Ana, de verdad te aprecio mucho...

—Su alteza...

La puerta se abre golpe haciendo que Selim se separe de mí de inmediato. En la puerta aparece la silueta de Mehmet que se encuentra hecho una furia y camina a paso rápido hasta donde estoy. Mira a Selim molesto y luego se voltea a mi y me da un beso brusco al cual ni quiera puedo corresponder.

—Los dejaré solos...

Selim me dedica una mirada frustrada antes de irse, cierra la puerta detrás de él y Mehmed se sienta a mi lado suspirando.

—Por qué no aceptaste los vestidos?

—Me hizo sentir como una prostituta —Respondo sin delicadeza y el abre sus ojos sorprendido.— es como si me pagara por haberme acostado con usted...

—Lo siento... es la costumbre aquí.

—Acaba de disculparse ? —Pregunté elevando una ceja.

—También lo hice mediante la carta.

—Pensé que... ya sabe. Como me golpeó con un látigo, luego casi me ahorca, y todo lo demás... no era del tipo que se disculpa

—Por supuesto que tengo mi orgullo, pero se que lo que te hice estuvo mal... —Se muerde el labio mientras una de sus manos se dirige a mi cara—. No se que me sucede cuando te veo... es como si... anhelara verte llorando.

—Por eso vino a ver la pelea? Para verme llorando? —Pregunto frunciendo el ceño mientras el toca mi cara con delicadeza.

—No... aunque no lo creas, castigaré a mi concubina, lo que hizo es inaceptable... —Acaricia con sus dedos una de las heridas sangrantes, manchándose el dedo con mi sangre, luego ese dedo manchado viaja hasta su boca y le da una lamida.

—Príncipe... —Mis ojos van desde su dedo a su boca.

—Anastasia... eres jodidamente adictiva. —Me pega más a su cuerpo pasando una de sus manos detrás de mi espalda.

—¿Quiere verme llorar otra vez? —Pregunto juguetona y el me mira emocionado.

—Pero esta vez quiero verte llorar de placer. —Dice tomándome por la cintura para acercarme a él.

Antes de poder hacer algo más la puerta sonó, el me miró molesto y se fue, dejando entrar a Sumbul aga.

—Anastasia... la sultana Hurrem, quiere verte.




























Todos estamos de acuerdo en que Selim es un amor ¿ verdad? 😻🖐🏻

El Secreto de Su Alteza MehmetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora