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Me cambié por algo de ropa más adecuada, y me aseguré de tapar las marcas que Mehmet había dejado en mi cuello con una bufanda que me encontré en la habitación.

Me senté con las demás criadas, el festejo seguía, contraria a la sensación de tiempo en pausa que sentí hace unos momentos.

Las mujeres del haren, ni siquiera intentaban ocultar su felicidad y deseo por los príncipes, dándoles miradas directas, las cuales no eran correspondidas.

Me tomé el tiempo de ver al rededor examinando el palco donde estaba la familia del sultán. Se encontraban separados, hombres de mujeres. Por un lado se encontraban las sultanas, todas ellas, conté 6 sultanas. Dos hermanas del sultán, dos mujeres del sultán, su hija y su sobrina. Se veían imponentes, elegantes y desbordaban el poder que claramente poseían, la diferencia entre nosotras y ellas era clara y evidente.

Mi vista luego se posó en el lado de los hombres, el sultán, tres de sus príncipes y quien supuse era el gran visir que se encontraba a la derecha de su majestad.

Reconocí a dos de los príncipes, Mehmet y Selim, el otro que estaba junto a ellos y se veía ligeramente mayor, entendí que era el heredero, Mustafa, el primer hijo de el sultán.

Sin duda su majestad había hecho a sus hijos con mucho amor, pues todos son muy guapos. Mustafa no se quedaba atrás entre sus hermanos, le encontraba especial atractivo a sus ojos, por alguna razón se veían emocionados cada vez que su majestad le dirigía la palabra y se me hizo muy tierno.

Un eunuco se me acercó y me entregó un papelito, fruncí el ceño y abrí el papel.

"Deja de ver a otro hombre así."

—Pff —Guardé el papelito y seguí viendo a los príncipes, pero esta vez me detuve a examinar a Selim.

Selim de hecho se parece mucho a su padre, con la única diferencia de que su color de cabello es el mismo que el de la sultana Hurrem, pelirrojo, eso lo hace destacar entre sus hermanos. El pareció darse cuenta de que lo estaba observando, porque volteo a verme fijamente y me dedicó una sonrisa amable, para luego seguir hablando con su padre, sin embargo seguía lanzándome algunas miradas de vez en cuando.

El eunuco de antes volvió a entregarme un papelito y luego se retiró.

—Que tienes ahí? —Preguntó Susan. Intentando ver el contenido escrito, pero inmediatamente lo guarde.

—No es nada. —Respondí tranquila y ella me miró desconfiada, igualmente se dio la vuelta y siguió hablando con las demás chicas.

Abrí el papelito y otra vez era una carta de Mehmet.

"Hablo enserio Anastasia. Deja. De. Verlos."

Tomé un lápiz de carboncillo que estaba por ahí y escribí una respuesta, le di el papel al eunuco para que lo enviara, y luego de un corto periodo de tiempo volvió a entregármelo con la respuesta.

"¿Está celoso, su alteza?" —Era mi respuesta.

"Sí, bastante de hecho" —la suya.

Elevé mis cejas sorprendida, volteé mi cabeza en busca de Mehmet y lo encontré viéndome fijamente, si su mirada fueran dagas afiladas, probablemente yo ya estaría desangrandome o muerta. Sus ojos cafés se veían más oscuros de lo normal, y podía notar como la vena en su cuello se marcaba de furia.

¿Así se pone solo por unas miraditas?

Inmediatamente me volteé y deje de observar a los príncipes, centrándome en relajarme un poco, pero me fue imposible gracias a la sensación de alguien mirándome todo el tiempo. Por supuesto todos sabemos quién es ese alguien.















—Ya debería hacerte parte de su Haren. —Bromeó Susan.

—Toda la razón, si te llama todos los días deberías ser parte de su haren de una vez.

—Pero solo hablamos...

—Por supuesto que solo hablan, quien querría tocar a una mujer como tú? —La voz de la molesta Nurbahar resonó por toda la habitación.

—Celosa Nurbahar? —Susan elevó una ceja.

—De que podría estar celosa?

—No lo sé, de que a ella sí la llama todos los días un príncipe?

—No sé de qué hablas.

—Ay por favor, es sabido por todos que su alteza Mehmet ya no te llama a sus aposentos, se aburrió de ti —Susan hizo un gesto de lástima muy gracioso que no pude evitar soltar una risita.

—No hables de lo que no sabes —Salió del lugar muy molesta, al menos eso la mantendrá callada un rato.

—Vaya esa tipa si que es molesta —Le dio un bocado a su comida y luego me miró mientras masticaba—. No comerás Ana?

—Ahm —Miré la comida con disgusto—. E...estoy bien, realmente no...

—Tienes que comer, abre la boca —Tomó una cucharada de el guiso en el plato y lo llevó a mi boca.

Y así sucesivamente hasta que me acabé el plato.

—Es importante que comas o no tendrás nada de fuerzas —Asentí levemente con mi cabeza.

Seguimos hablando un buen rato hasta que el tiempo de almuerzo se acabó.

Me dirigí al baño con suma cautela para que nadie viera lo que estaba a punto de hacer, me arrodillé frente a la taza y empecé a expulsar toda la comida que recién había ingerido.

Me lavé muy bien las manos y la boca, revisé una última vez para ver si no había nadie y salí de ahí tranquilamente.

Los trastornos alimenticios habían aparecido algunos meses después de la muerte de mi madre, la incapacidad de retener los alimentos sin sentirme culpable o subida de peso había incrementado tanto que ya no podía controlarlos.

Y aunque quisiera buscar la ayuda que mi padre jamás me dio con respecto a este tema, en realidad no puedo hacer mucho en este lugar. Sé que está mal, lo sé muy bien, pero no puedo evitarlo, no tengo la fuerza suficiente.

Regresé al haren y seguí hablando con las chicas normalmente.

—Atención la sultana Mirihmah está aquí!

Inmediatamente todas formamos una fila al rededor para que ella pasara, mientras caminaba podía ver el parecido que tenía con sus hermanos, era obvio que son hijos de los mismos padres.

—¿Cuál es tu nombre señorita? —Su voz me hizo asombrarme, tiene una voz muy bonita.

—Anastasia, sultana.

—Anastasia... en qué eres buena?

—Anastasia sabe escribir, leer correctamente, también conoce distintos idiomas, así como baile y tocar instrumentos —Respondió por mi Sumbul aga.

—Una prodigio entonces —Sonrío Mirihmah satisfecha—. Ven conmigo, necesito ayuda para escribir algunas cartas.

Hice una reverencia y la seguí, aún no logro interpretar si esto es bueno o malo, pero probablemente termine siendo de ayuda para mi.






















Nos leemos en el próximo capítulo 🫶🏻🫶🏻

El Secreto de Su Alteza MehmetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora