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—Pensé que ella estaría descansando? —La sultana Mirihmah se volteó a su madre.

—Bueno, si Mehmet la trajo es por algo.

—Pero debería cuidar de su hijo, su salud es delicada.

—Mirihmah ya basta con este tema.

—Yasemin... es una lástima que no podamos verte bailar esta vez, eres muy buena. —Dijo la sultana Hatice.

—Desde pequeña tuve algunas clases, era mi pasión. —Sonreí mostrando mis dientes, la sultana asintió satisfecha y se volteó.

Volteé mi mirada a otro lugar, buscando a Selim, nuestras miradas se cruzaron un momento, el sonrío y se levantó de su lugar para empezar a acercarse a nosotras

—Sultanas —El sonrío sentándose a mi lado.

—Selim... no deberías estar con tu padre? —La sultana Hurrem elevó una ceja.

—Quería ver de cerca a las mujeres más hermosas de todo el palacio —El le dio a su madre una sonrisa encantadora que por poco y me saca un suspiro.

—El pequeño Selim ahora es todo un coqueto. —La sultana Hatice se rió al ver como Selim se sonrojaba ante su comentario.

—Yo le llamaría carisma —Sonreí mirándolo, el me devolvió la sonrisa y parecía que el tiempo se había pausado

—Bueno... Mustafa se ve radiante hoy —Empezó a hablar la sultana Hatice otra vez.

—Así es, que Allah, le otorgue una larga vida —Respondió la sultana Şah

La celebración se vio bastante tranquila, sin ninguna sorpresa, un momento después la sultana Hurrem se levantó para dar un anuncio.

—Quiero felicitar a su alteza, y por eso hemos preparado el mejor vino para el —Algunas criadas entraron con jarras. —Que lo disfrute, su alteza —El príncipe sonrió mientras preparaba su copa para recibir el vino.

—Yo no...

—No te preocupes, le pedí a tu criada que te preparase algo diferente.

—Aquí estoy —Dijo Susan, extendiéndome un vaso —Es el té que te he estado preparando estos días, no hay de que preocuparse . —Sonrió.

Tome el vaso en mis manos y empecé a beberlo

Selim quien aún se encontraba a mi lado, tomó el vino como si de agua se tratara, lo que me dejó atónita.

—Al parecer Selim es un buen bebedor —La sultana Şah soltó una leve risita.

Selim se encogió en su lugar y no dijo nada.

—Aunque debería intentar no dejar en evidencia sus problemas con el vino —Mirihmah elevó una ceja mientras una sonrisa aparecía en su rostro.

—Tú no te metas — Respondió de golpe con molestia. Seguí bebiendo de mi vaso sin meterme.

—Solo digo la verdad, Selim. Es preocupante.

—Ya basta, ambos —La sultana Hurrem hizo que se callaran.

—Me gustaría estar en otra parte contigo —Susurró en mi oído disimuladamente, inmediatamente me alejé un poco de él.

Casi de inmediato una punzada en mi cabeza me hizo llevar mi mano hasta ella.

—Estás bien? —Preguntó preocupado acercándose a mi otra vez.

—Todo está bien... debe ser porque no he comido casi nada hoy.

—¿Por qué no lo dijiste antes? —Llamó a un sirviente y pidió que me preparan algo simple pero nutritivo.

—Solo no he tenido hambre, estoy bien... aunque creo que debería descansar —Admití al sentir mi cabeza dar vueltas.

Intenté levantarme pero mi cuerpo me tiró hacia atrás, me agarre de la mano de Selim para no caerme.

—Ay Dios. —Las sultanas voltearon a verme, cerré mis ojos intentando disipar el dolor.

—Te sientes mal Yasemin? —Preguntó Mirihmah con voz preocupada.

—Creo que un poco cansada. Debería volver a mis aposentos

—Mirihmah y yo te llevaremos a tus aposentos —Se ofreció Selim levantándose.

—Donde está Mehmet? —Preguntó Mirihmah mientras tomaba mi brazo y Selim el otro.

—Tu qué crees? —Respondió un Selim algo molesto.

—Estoy justo aquí —Me volteé rápidamente para ver cómo Mehmet se abría paso entre sus hermanos para llegar a mi. —Como estas?

—No es grave... —Dije casi en un susurro.— Es solo...

Mehmet no me dejó terminar y me levantó en sus brazos, por instinto mis manos fueron a parar a su cuello. El mantenía una expresión inquebrantable, mientras que mi cara poco a poco se tornaba color carmesí.

—La llevaré a sus aposentos, con su permiso —Dijo a las sultanas y ellas solo veían la escena sorprendidas.

El silencio reinó en el pasillo mientras me cargaba a mis aposentos.

—Lo siento... he tenido mucho trabajo —

—No me mientas, sé por qué lo hiciste... y te lo agradezco

—No lo hagas —Frunció el ceño—. ¿en serio estás feliz porque no te visito? —Mire hacia otro lugar... no sabía que responder a eso.

Aunque por una parte me sentía en calma sabía que no recibir visitas de Mehmet estaba afectando mi reputación y probablemente mi afinidad con las sultanas.

—Ten cuidado con lo que agradeces. Anastasia. —respondió con una voz Gélida.

—Lo tendré Alteza.

Entramos en mis aposentos, el camino hasta la cama y me acostó cuidadosamente sobre ella, luego se sentó en la orilla de la cama con los codos en los muslos.

—Se siente mal? —Dije apenas, el dolor aún no se iba y cada vez era más insoportable.

El volteó a verme y soltó una corta risa.

—Quien se siente mal eres tú, por eso estamos aquí —Me tapé con las sábanas y el río más fuerte.

—Dije que estoy bien...

—No lo estás, Anastasia. —Negó con la cabeza acercándose a mi

—Yasemin. —Corregí frunciendo el ceño.

—Yasemin, Anastasia, eres la misma, sea cual sea tu nombre. Y Anastasia me gustaba más —Respondió acostándose a mi lado.

—Según entendí de Sumbul... en algún momento cambiarías mi nombre "pagano" por uno en tu lengua —El sonrío casi radiante, con una mano que parecía nerviosa acaricio mi cabello, y en respuesta cerré mis ojos.

—Eso sucede en algunas ocasiones —Asintió. —Pero me gusta Anastasia. Cuando me dijiste que ahora tu nombre era Yasemin... — no lo deje terminar e interrumpí

—Pensaste que el príncipe Selim me lo había dado? —Me burlé de él

—Lo pensé, pero luego escuché a las criadas hablando —Me reí ante su respuesta aún con los ojos cerrados.

—Volviendo al tema... me sentí un poco raro, porque en serio me gustaba Anastasia. Yasemin, en este lugar hay muchas que se llaman Yasemin, pero Anastasia? Solo hay una. —Acaricio mi cabello con delicadeza.

Iba a responderle pero el dolor ahora estaba insoportable y lleve una mano a mi cabeza mientras soltaba un quejido.

—Traeré a la doctora —Dijo de inmediato, pero tome su mano con fuerza, no quería estar sola. —Está bien... te prometo que voy a volver.

Lo dejé ir, pero no pude mantenerme consciente por más tiempo.




























Y aquí está el capítulo que les prometí, ahora volveré a desaparecer por unas semanas 🫶🏻🫶🏻

El Secreto de Su Alteza MehmetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora