14 el veneno que te mantiene

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— No he encontrado absolútamente nada— se quejó Yamini.

Sentados los 4 alrededor de la mesa del salón discutíamos lo que habíamos realizado durante el día. Yo estaba demasiado hambrienta para opinar, devoraba las verduras asadas de la vecina una detrás de otra.

La cara de asco del pelinegro me hizo sacarle la lengua y sonreí ante su disgusto. Después de que Nisha y Asier fueran a zonas concurridas a buscar y dieran con varios objetos relucientes en magia prohibida pero nada que ver con lo que buscábamos, había resultado que sólo yo había sido de utilidad.

— ¿soy la única que piensa que nos alejaron del problema? —Nisha conjeturó. Sus manos manchadas en aceite mientras embadurnaba las verduras y el pan, Asier parecía disgustado por un comportamiento nada femenino en nosotras, y no podía divertirme más. — Quiero decir, en la zona de jardines hace una semana hubo un movimiento extraño, pero no enviaron a guardias, hubo caballeros y algunos fueron heridos, no se sabe de ellos. Llámame paranoica pero ¿por qué ocultar algo así?

Desvié la mirada al resto de presentes para averiguar si era la única que no se había enterado de ese ataque, y al parecer así era.

—Yo no sé nada de eso, y si yo no sé, Vasi tampoco.

—Princesa Vasilissa — Me corrigió irritado el pelinegro.

—Vasi.

Apretó la mandíbula con fuerza y Yamini también sonrió.

Ahora si estaba empezando a ver los movimientos extraños, y no sabía nada de extrategia, así que no podía opinar sin parecer idiota. Preferí callarme.

— El primer ataque fue solo de aimas, pero los siguientes de cobraron caballeros, el problema es que han estado tratando de ocultarlo, y sin hechiceros nadie sabe si es a causa de la magia u otra cosa. Así que si no son abiertos con nosotros, ¿quién no dice que nos enviaron a morir? — Yamini siguió hablando. — Cuando Osmos consiguió que Adara se alejara de la princesa muchos babearon, y ahora la princesa está completamente sola. — Levantó un dedo cuando abrí la boca para discutir. — No quiero decir sola de personal, sé que Osmos y Arminia están allí pero, ¿quién informará a la princesa de lo ocurrido? O ¿quién le dará una segunda opinión?

El silencio tenso que se instaló después fue como una bufanda en verano, asfixiante y sofocante. Nisha pinchó más verduras y Asier bebió de su copa.

La pregunta flotante. ¿Estaban intentando atacar palacio desde dentro?

Las aimas podían ser solo una distracción y todo estaba cobrando un sentido muy aterrador.

— No podemos volver. — Nisha interrumpió el silencio. — Pero quizás podamos llamar a la princesa, tenemos a su juguete favorito aquí.

Las miradas volaron a mí.

Su juguete favorito.

→...→...

Enfundada en un vestido blanco de tela fina salí al exterior. El aire me agitaba el cabello suelto y la falta de capa me helaba los huesos. Pero necesitaba un respiro.

La sangre en mi cuerpo viajaba a gran velocidad, la luna llena me llamaba, su luz acariciando mi camino solitario.

Era siempre en luna llena cuando sentía esa sensación flotante en mi piel. Mi poder se debilitaba, las sombras no me susurraban, pero la luna me mimaba. Mi compañera de crimenes.

Era la que más había presenciado mis pesadillas. ¿Cuántos sentirían la misma atracción hacia ella?

"Cuando el mundo no sea amable contigo, recuerda que siempre estaré ahí." La princesa me dijo una de las noches cuando entré a sus habitaciones por una pesadilla.

Hija de la luna (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora