Rhys Fiztherber, el perfecto heredero al reino de Corona, lleva preparándose para ascender al reino desde que le quitaron los pañales. Y como todo rey, necesita una reina. Lleva comprometido con la princesa Bianca incluso antes de que ella supiera c...
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CAPÍTULO XVII:Té y lo que no es té
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En palabras de Becca, Rhys tuvo la "decencia" de llevarlas a ella y a Bianca a la residencia de la ciudad de Ally Wonderland. La chica pelirroja y el príncipe pasaron discutiendo todo el viaje mientras que Bianca trataba de relajar la situación y repasaba su maquillaje.
—No voy a aceptar críticas de una persona que va vestida de primera Comunión a una merienda junto con una sociedad de muñecas Nancy de los 50s.
—¡No somos una sociedad! —defendió Becca—. Somos, simplemente, un grupo de amigas.
—Hay que tener poca personalidad para quedar un viernes por la tarde a tomar té como ancianas jugando al bingo.
—¡Tampoco jugamos al bingo!
—¡Perdóneme usted! Entonces... ¿a la petanca?
Al ver la expresión de Rebecca, Rhys soltó una gran carcajada.
—¡Bianca, dile a tu perro que se comporte!
—Rhys —Bianca lo miró severamente.
—Perdona, cariño.
Rebecca la miró asombrada. ¿Cuánta influencia tenía Bianca en aquel insoportable chico? Frustrada, se dejó resbalar en el asiento y se cruzó de brazos sin decir una sola palabra. Aunque se miró su vestido blanco y lleno de volantes. No era para nada su estilo, pero a Becca le gustaba respetar las tradiciones de otros sitios.
Finalmente, llegaron a la residencia de Ally. Rhys paró frente a la verja de la valla, muy, muy alta. Las chicas se bajaron y lo miraron antes de entrar, mientras las puertas se abrían.
—Como es una fiesta de pijamas y tal, supongo que no os veré hasta mañana —habló Rhys—. Cuidaos y no os dejéis manipular por princesas noñas.
