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CAPÍTULO IV: Eres francamente perfecta

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CAPÍTULO IV: Eres francamente perfecta

Rhys se había mirado al espejo tres mil veces antes de salir de su cuarto

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Rhys se había mirado al espejo tres mil veces antes de salir de su cuarto. Y no salió porque le convenciera su aspecto, sino porque Flynn lo obligó. Incluso ya en la gala, Rhys seguía pasando las manos por su cabello para peinarlo y tirándose de la chaqueta.

Abajo todo estaba decorado. La música inundaba el ambiente y la gente bailaba en el salón. Algunos de los monarcas más importantes estaban allí solo por la princesa.

—Relájate —Flynn codeó a su hermano.

—Estoy relajado —se recompuso con la mirada al frente.

—¿Por eso te has crugido los nudillos tres veces durante el último minuto?

Rhys bufó.

—Oye, Bianca es buena persona —insistió el rubio—. Me dijo que te escucharía. Solamente... no te vayas a lanzar. Ya encontrarás el momento.

—Ok —contestó.

Entonces, las trompetas resonaron. Las luces se enfocarnos en la cima de las escaleras.

—Damas y caballeros —anunció Lumière—. Con todos ustedes, la princesa Bianca Beast.

Rhys dirigió su mirada a la princesa. Lucía un espectacular vestido dorado que la hacía verse como una estrella. Se quedó prendado de su angelical belleza.

—Bueno, míralo de esta forma —le dijo Flynn—: lo peor que te puede pasar es que tengas que casarte con ella.

Bianca bajó las escaleras y dirigió su mirada directamente al príncipe heredero de Corona. Rhys lo sintió como un imán, como si la estuviera llamando. Fue a acercarse, a pedirle un baile, a ofrecerle su compañía.

Entonces, un muchacho bien vestido más o menos de la edad de Bianca se aproximó a ella. El chico pelirrojo hizo una reverencia, le ofreció una mano y la sacó a bailar. Bianca le dedicó una sonrisa mientras iban al centro de la pista y la música sonaba.

—¿Quién es él? —Rhys preguntó a su hermano.

—¡Y yo qué sé!

Rhys le dio una colleja.

El Príncipe del Sol || Rhys FitzherberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora