Rhys Fiztherber, el perfecto heredero al reino de Corona, lleva preparándose para ascender al reino desde que le quitaron los pañales. Y como todo rey, necesita una reina. Lleva comprometido con la princesa Bianca incluso antes de que ella supiera c...
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CAPÍTULO VII: El astuto mecánico de carreras
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Rhys pensó que la Academia Áuradon sería fácil. Él había tenido una excelente educación desde que usaba pañales, era inteligente y muy trabajador. Sin embargo, todo aquello que estaba pensando se esfumó cuando un odioso y conocido sujeto se sentó a su lado durante una clase de Economía.
—Entonces es cierto, estás aquí —sonrió con aquellos ojos marrones brillando de astucia—. Los rumores no mienten.
—Está claro —contraatacó Rhys— porque sigues lloriqueando por Pax para que vaya a tu equipo, ¿no?
Camden cambió su expresión.
—Tenemos los medios necesarios para las carreras, principito.
—Pero no los suficientes.
—Por lo menos a mí me dejan competir.
—Y perder.
—Para nada; los Diamantes vamos los primeros —Camden dijo con orgullo.
—Será desde que me fui. Me has sustituido en la pole, no superado. Pero lo entiendo, Cami, soy difícil de superar.
Camden frunció el ceño.
—Si vuelves, podríamos comprobarlo, principito.
—Sabes que no tengo equipo.
—Pues consíguete uno. Ya tienes al niño perdido y a tu hermano. Y... —se acercó a él, susurrando—. Dicen por ahí que te ves mucho con la princesa de Áuradon... Por Dios, Rhys, has ido con todo, ¿eh?
—No metas a Bianca en esto —ordenó con voz firme.
—¡Mírate! Te tiene loco, ¿no? Si ella te quisiera de verdad no dudaría en apoyarte en esto. Dime, Rhys, ¿no echas de me menos quemar ruedas, salir corriendo, coger una curva a toda velocidad?