Rhys Fiztherber, el perfecto heredero al reino de Corona, lleva preparándose para ascender al reino desde que le quitaron los pañales. Y como todo rey, necesita una reina. Lleva comprometido con la princesa Bianca incluso antes de que ella supiera c...
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CAPÍTULO XIII:Corazones en los ojos
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Aquella tarde libre, Rhys esperó a Bianca en el garaje junto a un coche blanco.
—¿Cuántos coches tienes? —bromeó la chica.
—Este es de Flynn, pero me lo ha dejado.
—¿Flynn tiene un coche? —exclamó Bianca.
—Cortesía mía. Pero mis padres no lo saben, así que no digas nada, por favor.
Bianca rio a carcajadas y subió al asiento el copiloto; Rhys le abrió la puerta. Cuando él estuvo en su sitio y arrancó, escogió una velocidad eficiente; rápida para llegar y tranquila para que Bianca no le pegara.
Rhys la llevó al centro comercial. Bajó rápido para correr a abrirle la puerta. Bianca bajó susurrando un leve gracias. Rhys sonrió y se puso unas gafas de sol canturreando una canción. Rodeó los hombros de la chica y la guio hacia la puerta del gran edificio.
Entre semana había poca gente, así que no tuvieron mucho problema. La verdad es que arrasaron con las tiendas de todas las plantas y la tarjeta de Rhys terminó quemada.
—¿Qué tal esto? —Bianca le mostró una camiseta ajustada de un tono verde muy bonito.
—No.
—¿Por qué? Pero si es preciosa.
—Regla principal y número uno —cogió la camiseta y la dejó en un montón—. Solo puedes usar colores neutros y el de tu equipo. Eso nos incluye negro, rojo, gris, blanco, dorado y plata.
—¿Incluso para las fiestas?
—Especialmente para las fiestas.
Rhys tomó unos vaqueros cortos de un negro desgastado.
