Rhys Fiztherber, el perfecto heredero al reino de Corona, lleva preparándose para ascender al reino desde que le quitaron los pañales. Y como todo rey, necesita una reina. Lleva comprometido con la princesa Bianca incluso antes de que ella supiera c...
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CAPÍTULO XIV:¿Qué tengo que hacer?
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Las Esmeraldas eran el segundo equipo más rival para Rhys y los Rubíes después de los Diamantes. Eran buenos competidores; justos, legales, deportivos. Y sin embargo, Rhys disfrutaba compitiendo contra ellos, pues eran muy buenos pilotos.
Tras aquello, se habían instalado en la habitual cabaña del bosque, propiedad de la familia de Camden. Allí, Rhys destapó una botella de lo primero que pilló y se la apropió.
—Ey, tío —le dijo Pax—. ¿Estás bien?
—Claro —sonrió—. Acabo de ganar una carrera y sacar sobresaliente en Economía. ¡Todo va de puta madre!
—Ya —Pax enarcó una ceja—. Por supuesto. Esto... cuando termines con tu crisis existencial, me das un toque.
Rhys lo despidió con la mano mientras seguía tomando de la botella.
Las horas pasaban y Rhys no había soltado la botella. Reía solo mirando cómo los demás bailaban y soltaba tacos cada vez que sonaba una nueva canción. Se burló de Amaris con tanta soltura que nunca se le habrían ocurrido esas frases estando sobrio. Luego, un paso más allá, se quitó la camiseta y terminó bailando esas canciones que tanto odiaba en el centro de la pista que sus compañeros de carrera habían instalado en la cabaña.
Camden le dijo algo hizo reír a sus amigos, pero Rhys estaba ya tan borracho que también se echó a reír.
Su mirada fue por todo el salón de la cabaña hasta el sofá en el que estaban Bianca y Flynn. Ella apenas iba por la mitad del primer cubata de la noche.
Inocente, buena, responsable más bien, se dijo Rhys.
Sintió su sangre arder al verlos. Sabía por qué y sabía que no tenía razón. Pero lo sentía, sentía celos.
