Rhys Fiztherber, el perfecto heredero al reino de Corona, lleva preparándose para ascender al reino desde que le quitaron los pañales. Y como todo rey, necesita una reina. Lleva comprometido con la princesa Bianca incluso antes de que ella supiera c...
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CAPÍTULO XXXVI:Llévame a mí y no a él
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Un hombre que había salido a correr con su perro vio a Bianca y Rhys. En cuestión de un par de horas, la playa se vio cubierta por policías y ambulancias.
Bella, Bestia, Euguene y Rapunzel llegaron tras un rato. El jefe de policía les comunicó la mala noticia. Rapunzel rompió en llantos y abrazó a su esposo con fuerza. El rostro del rey Euguene estaba lleno de lágrimas de dolor.
Bella y Bestia buscaban a su hija con la mirada. Los policías les informaron de que la princesa se negaba a soltar el cuerpo de Rhys Fiztherber. Ella seguía allí, abrazando al chico de cabello castaño que yacía muerto en la orilla. Las olas casi la alcanzaban, pero Bianca solo se centraba en acariciar el rostro de su novio y pedirle que despertara.
—Bianca —habló Bestia cuando llegó y los vios. Se le revolvió todo el cuerpo al ver a Rhys muerto—. Bianca, tienes que dejar que los médicos se lleven a Rhys.
Bianca no lo escuchaba, solo lloraba mirando a Rhys con los ojos cerrados. Tenía la piel pálida y los ojos cerrados. La arena salpicaba sus largas pestañas.
—Bianca, cariño —Bella se acercó a su hija, pero con cuidado de no tocar a Rhys—. Lo siento mucho...
—No lo entiendes, nadie lo entiende —sollozó—. Rhys no puede morir... Rhys tiene sueños y tiene un futuro. Va a ser rey, dijo que quería tener tres hijos... Rhys quiere correr en esa carrera y quiere hacer un mundo mejor y... Rhys... todo el mundo lo quiere. No puede dejarnos, no puede dejar a sus padres ni a sus amigos ni a su hermano... Él no puede irse, mamá, no puede morir ahora. Rhys tiene toda una vida por delante, por favor...
—Ven conmigo —pidió Bella, que retiró los brazos de Bianca del cuerpo de su novio—. Vente conmigo, cariño.
—No... Mamá, se están llevando a Rhys, se están llevando a Rhys... Diles algo, diles que Rhys tiene que vivir. ¡Díselo, mamá! ¡No! ¡Rhys, Rhys! ¡¡No!! Por favor, no...
Bestia agarró a su hija con fuerza cuando ella comenzó a patalear. Bianca lloraba desconsoladamente en los brazos de su padre. A Bella le partía el corazón verla así mientras los forenses se llevaban a Rhys. Sus padres lo vieron y rompieron en llantos desgarradores.
