Estaba durmiendo tan tranquila cuando derrepente me despierto sobresaltada por culpa de un trueno espantoso. Asustada miré hacia los lados hasta más o menos ver la silueta de la mini lámpara, la encendí y el cuarto se encendió de una ténue luz amarillenta.
Busqué con la mirada algun despertador o reloj, en esta habitación tan enorme de seguro había algo. Encontré un bonito reloj de pared transparente y de filos blancos que decía que era las tres menos cuarto de la madrugada.
Decidí levantarme ya que no pude ver mi cuarto entero y no tendré tiempo de hacerlo si no es ahora.
Me fui descalza por el magnífico suelo de parqué hasta la puerta de mi dormitorio que esraba cerrada. Con cuidado la abrí y no había nadue despierto ya que, lo único que se escuchaba y veía era el ruido de aquellos truenos y relámpagos. Cerré ña puerta de nuevo y fui al vestidor un cuarto amplio lleno de ñrendas de ropa para mi. Había de todo, desde vestidos lujosos hasta gorras de sol. Lo más bonito eran las camisetas.
Detrás de la puerta había un uniforme colgado, era gris perla y blanco con una pequeña placa que tenía dibujada una rosa y cuyo título era el del internado, fuf genial encima con uniforme.
Salí del vestidor de muy mal humor, decidí entrar en mi baño y conocerlo para acostarme pronto ya que tenía que levantarme a las seis y media de la mañana.
Entré en él y mi mal humor se esfumó ¡Qué pasada! Era enorme y con unas cortinas preciosas en la ventana.
Había un hermoso espejo encima del lavabo. La bañera era muy grande y sus cortinas eran preciosas. Cambio de planes voy a darme un baño así mañana voy menos justa de tiempo.
Abrí el delicado grifo de plata y mientra echaba agua templada fuí a coger jabón, champú, suavizante... Bueno resulta que me encontré dentro mi colonia preferida aroma de jazmín y había sales de baño de olor a jazmín... Oh madre mia!
Una vez lista la bañera introducí un dedo dentro de la bañera para comprobar la temperatura de la bañera. Qué de espuma! Metí los pies en el agua y luego me tumbé en la bañera. Mmmm que reconfortante. Después de relajarme me sequé el pelo y me volví a poner el pijama celeste que tenía puesto antes, es mi preferido. Es una camiseta de pijama hombliguera que es de color celeste y tiene dibujado una almohada blanca y luego unos pantalones celestes con los filos blancos. Resaltaba a mi piel morenita. Me acosté de nuevo, por fin la lluvia cesó al igual que esos truenos tan molestos, quiero dormir en paz.
Hasta hoy a las seis y media Aylin que descanses me dije a mí misma, mientras apagaba la luz y me tapaba con las sábanas. Undí mi cabeza en la almohada era la primera y por lo que se ve la última vez que lo haría en este sitio.
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En manos del destino.
Teen FictionNick se acercó a mi. Me tendió su mano. -¿Me concedería estos tres bailes señorita?- me preguntó caballerosamente. Yo me levanté y me incliné y le respodí -Sería un placer - le dije agarrando su suave mano con cuidado. ¿Porqué acepté? Ni yo misma lo...