En manos del destino.

13-Finjiendo

Me desperté sobresaltada, todo estaba oscuro exceptuando la poca luz que entraba de entre las rejillas de la ventana, la puerta y el hueco. Una pequeña luz tibia que apenas hacía presencia en aquella maldita celda.

Me doy cuenta de que de el pasillo subterráneo que conducía a nuestra celda sonaban unas grandes botas de cuero pisar el suelo como si hubiera cucarachas.

Me hice la dormida entonces.
-Eh!!! vosotras fuera de la cama a clase!!!-gritó el tío dando fuertes golpes en la puerta para luego introducir la llabe en el pestillo con torpeza debido a su mal pulso y abrir la puerta.

Hice caso omiso de si Emma y Rose estaban despiertas yo me levanté de la cama ipso facto.

Salí de la celda como un pájaro sale al exterior despues de estar tres meses enjaulado.

Me dí cuenta de que Emma y Rose salian como patos mareados de la celda, vaya pedazo de ojeras que tenían... Eso nos delataba...

Necesito ¡YA! Mi estuche de maquillaje.

Después de hacerle un apaño a estas dos me dirijí a la taquilla. Necesitaba mi block de dibujo y las témperas.

En arte me sentaba con Brooke, esa chica de pelo pelirrojo alborotado por sus rizos y de ojos verde oliva tan... Como decirlo... ¿Salvaje?... No es más bien algo brutilla un poco, un poco bastante.

Pero una persona muy muy de verdad.

Finjí haberlo pasado y tal fataal en la celda, lo cual no era del todo cierto... Porque la ella nos permitió aquello que teníamos pendiente, hablar con los chicos para conseguir información.

No se lo contamos absolútamente a nadie.

La directora volvió a mandarnos a su despacho pero para nuestra suerte la llamaron por teléfono y nos dejó abandonar su despacho después de decirnos que esperaba que hubiéramos aprendido la lección.

Contentas salimos volando de allí.

El resto del día transcurrió normal.