En manos del destino.

33-Comprobando al nuevo Nick

Nick dijo que había cambiado, si es cierto, solo hay una manera de comprobarlo, y no soy mala, las cosas cuanto más claras mejor.

Apoyé mi cabeza en el hombro de Nick, aún tenía la ropa húmeda y el pelo mojado.
Seguía con frío, yo tenía hambre y Nick se dio cuenta de ello.

-Volvamos.- me dijo.
Yo asentí sin más.

El me cogió de las manos y tiró de mi hacia el para ayudarme a levantarme.

Cuando fuimos a regresar seguí a Nick.

-¿Y bien Aylin, por dónde era?, después de todo eras tú la que me has traído hasta aquí.- dijo Nick serio, muy serio.

Mierda mierda mierda Aylin piensa.

-¿Yo?, ¿Pero que me estás contando? ¡Fue tu culpa! ¡Si noe hubieras perseguido no hubiera corrido tanto!- dije a mi defensiva, ya estábamos dicutiendo otra vez.

-Quizás si no me hubieses pegado una colleja no te perseguiría- me respondió el.

Me estoy hartando. Tengo hambre. Despúes de horas caminando llegamos a un claro dónde habían arbustos de árandanos, fresas, frambuesas, grosellas y también un cerezo.

Yo me abalancé como una loca hacían 6 horas que no comía nada y encima el campo abre el apetito, justo cuando todo empezaba a ir bien y volví a reirme junto a Nick tuvo que empezar a llover.

Encontramos una cueva de unos siete metros de profundidad y diez de anchura aproximadamente.

Nik me puso su chaqueta en el suelo y me dijo que me sentara sobre ella. Lo hice y me sentí más cómoda. Nick salió a por leña mientras yo chocaba dor piedras sobre cinco palos débiles para conseguir guardar el calor.

Una suave llama prendió y me sirvió para secar mi ropa, me quité mi chaquetón verde y lo sequé al fuego este quedó calentito. Le qité la capucha de pelo y la tendí sobre la chaqueta de Nick como almohada para luego, me acerqué más al fuego y sequé mis calcetines, jersey, pantalones, pañuelo, etc...

Ya, que entré en calor y mi pelo y ropa + zapatos estaban secos me puse a esperar a Nick, que llegó un par de minutos después empapado por la lluvia pero con mucha leña que avivó enormemente el fuego y creó una perfecta hogera que calentaba la cueva entera.

Me tumbé, Nick me tapó con mi chaquetón me dio un beso en la frente y me susurró -buenas noches princesa- pues si que ha cambiado Nick.

Holaa. Se que he tardado pero no he podido escribir antes. Graacias por leer mi novela y besos