En manos del destino.

7-Laguna negra.

Rose y Amber me tenían cogida por los hombros, cosa que facilitaba mi andar. Emma no paraba de mirar mis heridas y eso le ponía pálida.

Como pudimos llegamos a la puerta de aquel sitio y para nuestra suerte, estaba abierta.

Decidimos pasar, aquel sitio daba mal rollo, era casi todo negro, y con algunas cosas blancas que hacía que el lugar desracara más aún.

Andando por un recinto vallado de albero nos encontramos con un chico más o menos supongo que será de nuestra edad que iba vestido de negro y blanco y llevaba una placa plateada en la chaqueta negra.

Nos miró confundido y se acercó a nosotras.
-Hola, ¿Queréis algo?- preguntó el chico mirándome fijamente.

Yo pensaba nooo... No queremos nada he venido aquí por gusto y me gusta ir con un brazo y la cabeza sangrando así que noo...
-Si hemos venido para llevar a Aylin a la en fermería o por si teníais un poco de hielo en este sitio...-Dijo Emma.

El chico se quedó pensando un instante y nos señaló la entrada del edificio.
-Yo os acompañaré, soy el ayudante de la enfermera, me castigaron.- dijo el niño con voz apenada -Es este horrible lugar, no sé para qué sirven los internados!!- exclamó el niño un poco alterado.

Emma, Rose, Amber y yo nos quedamos de piedra. ¿Otro internado?, ¿enserio?.
-Ah si?, ¿Cómo se llama el internado?.- pregunté así sin más.

El niño arqueó una ceja. Un momento ¿otro que arquea cejas? Venga ya... Nos miró sorprendido a todas.
-¿Estais de broma no?.- nos preguntó el niño.

Yo creo que se dio cuenta de que no estábamos de broma por la cara de pócker que pusimos las cuatro cuando nos hizo esa pregunta.
-Este internado es Laguna Negra, ese famoso internado para chicos... Vale no lo conoceis.-Dijo el chico. -Mi nombre es Nick, Nick Swan.- dijo alegre.

Otro internado... Se me hace raro de pensar.
-¿Y vosotras que hacéis aquí? Habéis hecho una excursión con vuestro instituto?- pregunto el niño...

Emma y yo empezamos a reirnos como tontas así sin más y paramos al darnos cuenta de que Amber y Rose sentían vergüenza a nuestra costa y el chico nos miraba con la misma ceja arqueada,  no puede ser!!!.

Paramos de reirnos y Emma le explicó que veníamos de un internado que estaba aproximádamente a una manzana del suyo. Nick extrañado sonrió.

-Sabía que no era un edificio maldito!.- exclamó

Pues claro que no... Y se ve a simple vista... Que torpe...

Emma arqueó su ceja.

Y yo pensé → ¡¡¡Podéis paraar de hacer esoo!!! ←

El chico nos explicó que su director les dijo eso, para que no se acercaran, por lo visto él estaba castigado ayudando a la enfermera por haber descubierto el lugar, y sus amigos también estaban castigados. Pero queé raro!.

Cuando me limpió y curó las heridas nos señaló la puerta y sigilósamente nos fuimos cuando le dimos las gracias, la verdad el tal Nick ese era simpático. Menos mal que no nos ha visto nadie.

Cuando salimos por la puerta oímos el silvato de la señorita Tinna y tuvimos que salir corriendo hacia el lugar de dónde sonaba, debíamos volver a La espina de la rosa, Adiós Laguna Negra.