Final

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Hola a todos! Y acá está el final de la historia jejejeje. Sufrí escribiéndola, pero al final, todo cambió para bien jejeje.

Besos y abrazos y gracias a todos por leer.


Rhaenyra no comprendía en absoluto que sucedía cuando un evento del que ella no estaba enterada se realizó en el palacio.

Había salido esa tarde con sus doncellas, porque tenían que realizar unos arreglos matrimoniales para una de sus doncellas de mayor confianza. La joven estaba enamorada, y Rhaenyra se estaba encargando de que su familia aceptara que ella se casara con el hombre que ella había elegido.

Tal vez Rhaenyra amenazó al cruel padre de la chica, pero eso nunca lo contarían.

Cuando ella llegó al palacio, sus doncellas sonreían ¿Ellas también sabían de eso?

¿Qué estaba pasando?

Ella buscó a su esposo entre la multitud, y lo encontró esperándola.

¿Él estaba vestido con sus ropas ceremoniales?

¿Con la corona y las ropas que debía vestir un rey?

Eso no pasaba a menudo, el odiaba usar ropas ceremoniales.

Prefería vestir siempre como un jinete de dragón,'' porque eso es lo que somos'' solía decir él.

Sus hijos estaban allí también vestidos como príncipes y ella no entendía nada.

Aegon avanzó hacia ella y tomó su mano.

- ¿Qué sucede mi amor?- preguntó ella a su hijo, porque no comprendía nada.

- Ven mami- dijo Aegon llevándola hacia donde estaba Daemon.

Rhaenyra vio que sus hermanos sonreían y entonces nerviosamente miró el lugar.

Estaban en la sala del trono, pero no lucía igual, todo lucía diferente, casi mágico, pero no entendía que pasaba.

Ahora las lúgubres ventanas que una vez estuvieron cerradas cuando ella no estuvo en el palacio, estaban cubiertas por cortinas de terciopelo color carmesí, y las antorchas emitían una luz suave que reflejaba destellos dorados en el suelo de mármol, creando un ambiente ceremonial, y casi ¿Romántico? ¿Era posible?

Daemon no solo vestía las ropas ceremoniales, sino que vestía el traje completo de un rey, con la capa de terciopelo rojo que caía por sobre sus hombros. 

Entonces Rhaenyra supo que lo que sucedía era algo demasiado importante, si había provocado que su esposo vistiera completamente como un rey.

Cuando Rhaenyra se acercó a Daemon, ella vio como su mirada cambió, parecía llena de ¿Emoción?

No era la mirada dura que él solía tener para todos, su mirada era más cálida ahora.

Cuando estuvieron frente a frente, Daemon extendió su mano hacia ella, invitándola a acercarse aún más. Sus ojos se encontraron en un instante de complicidad silenciosa, como si sus almas se comunicaran sin necesidad de palabras. Luego, Daemon habló con voz profunda y llena de ternura.

-Rhaenyra, mi amada esposa, has sido mi compañera en las alegrías y en las adversidades, en las batallas y en los momentos de paz. Has sido mi fuerza cuando me sentía débil, mi luz en la oscuridad, y mi inspiración para ser un mejor hombre y un mejor rey. Hoy, en este lugar lleno de significado para nosotros, quiero renovar nuestros votos, reafirmando ante los dioses valyrios y ante nuestro pueblo el compromiso que hicimos hace años- dijo él y Rhaenyra lo miró sorprendida con las lágrimas llenando sus ojos inmediatamente.

Llamas rebeldes: La unión de los dragones (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora