Capítulo XIX

438 51 73
                                    

HOLA A TODOS, ESCRIBO EN MAYUSCULA PORQUE QUIERO CONTARLES QUE ESTA HISTORIA ES DEMASIADO LARGA, LA ESCRIBE MI HERMANA YA LO SABEN, Y NO ESPEREN QUE SEA MIEL SOBRE HOJUELAS. 

AÚN NOS FALTA VER LA PARTE MÁS OSCURA DEL DAEMYRA. 

POR ALGO ESTÁ ETIQUETADA COMO DARK DAEMON. 

DESDE ESTE CAPÍTULO EN ADELANTE SOLTARÉ HASTA EL CAPÍTULO  XXVI QUE ES EL ÚLTIMO EDITADO.

ESPERO COMENTEN EN CADA CAPÍTULO SI QUIEREN QUE LA SIGA ACTUALIZANDO JEJE. 

SERÁ UN SPAM DE CAPÍTULOS, PERO QUIERO LLEVARLA AL MISMO RITMO QUE LA LLEVO EN OTRA PLATAFORMA.

Y RECUERDEN, NO PONDRÉ ADVERTENCIAS EN CADA CAPÍTULO, LAS ADVERTENCIAS ESTÁN DEL PRINCIPIO.

DARK DAEMYRA, DARK DAEMON, VIOLENCIA, ANGST, Y TODO LO QUE CONLLEVA.

CON EVENTUAL HAPPY ENDING JAJA AUNQUE NO ENTIENDA COMO LO HARÁ MI HERMANA PARA DARLES HAPPY ENDING.

SOLO ESO DIRÉ 

NO OLVIDEN COMENTAR Y VOTAR.

Rhaenyra despertó abrazada al pecho de su esposo y sonrió.

Ambos estaban completamente desnudos y como siempre él la miraba con una mirada tan intensa que la hacía sonrojar.

- Volví a retrasarte en tus deberes, creo que esa es la razón por la que una reina jamás duerme con el rey- dijo Rhaenyra y él la atrajo nuevamente entre sus brazos cuando él se sentó.

- A la mierda eso- dijo él sonriendo y ella lo miró con cariño. 

De pronto, la añoranza invadió a Rhaenyra y ella se abrazó a él.

No quería salir de esa cama, no quería soltarlo. No quería separarse de él.

Cuando ambos salieran de esa habitación, él infierno comenzaría nuevamente.

Él besó sus cabellos y ambos se quedaron una hora más allí, simplemente disfrutando de la compañía el uno del otro.

Cuando salieron de la habitación, Rhaenyra se separó de él, pues él tenía una reunión privada con su mano del rey pues debían hablar sobre la seguridad en las fronteras.

Su esposo lo estaba haciendo bien, nadie era indiferente a su reinado. El reino estaba prosperando, estaba recuperándose luego del desastre que dejaron los Hightower

Además, él había comenzado a tomar en cuenta su opinión con respecto a las peticiones de las mujeres en las audiencias de mujeres. Eso la hacía feliz, porque de alguna forma, las mujeres comenzaban a sentirse escuchadas, cuando nadie más en el reino lo hacía.

Rhaenyra buscó a sus hermanos por el palacio, y entonces, encontró a Helaena llorando mientras las septas le gritaban.

-  ¿Acaso quieres ser como tú hermana? Toma esa aguja, una princesa debería saber bordar bien ¿Qué es eso de querer ir a jugar con insectos?-  preguntaba la septa mientras la niña lloraba porque la septa había matado una de sus arañas con las que solía jugar.

El corazón de Rhaenyra se llenó de angustia al presenciar el tormento de su querida hermana Helaena a manos de las crueles septas. La niña, tan vulnerable y dulce, estaba siendo sometida a la implacable disciplina de las mujeres religiosas, quienes no tenían compasión por su inocencia ni por sus intereses.

La estaban convirtiendo en lo que la habían convertido a ella, y ella no quería que su hermanita pasara por lo mismo. 

Con paso decidido, Rhaenyra se acercó a Helaena y las septas, enfrentando la escena aunque temblaba de miedo por las represalias que podía tener.

Llamas rebeldes: La unión de los dragones (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora