Capítulo VI

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Hola a todos! Capítulo de m.... ayer me hizo llorar jajaja lo edité llorando y lo releí llorando también.

Acá hay un nuevo capítulo. Y si, está triste. No olviden comentar y votar.

PD: Créditos de la imagen de portada a quién la haya hecho, a mi me salió en pinterest jejeje, y no se ilusionen, solo la puse para no llorar con el capitulo :C

Cuando Daemon terminó con Ser Erryk, él difícilmente aún estaba vivo. 

Él lo había golpeado por horas, asegurándose de lastimarlo tanto, que él jamás olvidara ese día.

Él le confesó estar enamorado de su esposa, amarla, aunque no fuera correspondido y Daemon solo podía pensar en Rhaenyra, llorando y sufriendo por su culpa.

- Señor ¿Qué hará con mi hermano?- preguntó Ser Arryk cuando fue llamado por el rey, viendo a su hermano moribundo, apenas consciente, y aún atreviéndose a decir que se había enamorado de la reina.

Su hermano nunca había sido el más inteligente, a su parecer ¿Pero decir algo así?

Entendía que fuera devoto a la nueva reina ¿Pero tanta era su lealtad? ¿O realmente se había enamorado de ella?

- Llévenlo al muro, no quiero verlo acá nuevamente- dijo Daemon y Arryk se atrevió a mirar al rey con duda.

- Mi señor, él- comenzó Arryk en defensa de su hermano.

- Es el muro o es la muerte, elije- dijo Daemon aunque ni siquiera sabía si Erryk iba a sobrevivir el camino.

Ser Erryk fue sacado de allí, y el rey pensó en ir y ahogarse en alcohol, tal vez si tenía suerte se tropezaría y caería encima de una de las espadas del trono.

La muerte aliviaría lo que sentía.

Sin embargo, cuando iba a llevarse la botella a la boca, solo pudo arrojarla lejos, y alejar a cualquiera que se atreviera a preguntarle que le pasaba.

Se encontró a si mismo vagando por los pasillos, y como un espía caminó por los pasillos que daban a la habitación donde él mismo había enviado a encerrar a su esposa. 

Cuando la vio, su corazón se destruyó más de lo que estaba ya.

¿Por qué se sentía así? ¿Por qué se sentía así al haber cumplido una regla del reino?

Ella era solo una mujer más, era su esposa si, pero su matrimonio era político.

¿Por qué se sentía así por lo que él le había hecho y no por su traición?

Erryk había dicho que no era un amor correspondido, pero Rhaenyra no decía nada, no había dicho una palabra y había confesado básicamente frente a todos su culpa al suplicar perdón.

La vio tan frágil y triste en su cama, quiso entrar, estrecharla entre sus brazos. Suplicarle perdón por haber cumplido esa miserable regla. 

Sin embargo no pudo hacerlo. 

Sus sentimientos demasiado confusos como para poder hacerlo. 

Además, si él entraba hacia donde estaba ella, ella lo miraría con aquella infinita tristeza en sus ojos y ese miedo que le desgarraba el alma. 

Se durmió esa noche en los pasadizos secretos, torturándose a si mismo, escuchando como ella sollozó hasta quedarse dormida. 

Cuando despertó al otro día, salió de allí, tambaleando casi y apretando sus puños.

Atormentado por la culpa y el remordimiento,  se enfrentó a la puerta que separaba a Rhaenyra del mundo exterior. 

Recordaba su propia orden, dejarla allí encerrada, que ella no pudiera salir más que cuando él lo ordenara. 

Llamas rebeldes: La unión de los dragones (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora