Capítulo XVII

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Hola a todos! Acá un nuevo capítulo jeje, no olviden comentar y votar. Probablemente podría hacer maratón de esta historia que tengo capis pa regalar, pero solo si comentan jaja.

Besos y abrazos.

Dos días de torneo habían pasado, y el rey y la reina se encontraban en los establos, observando a los corceles que corrían en las justas.

La atmósfera en los establos estaba cargada de emoción y anticipación mientras los caballeros preparaban sus monturas para las justas. Rhaenyra observaba con interés los majestuosos corceles que relinchaban y pateaban en sus establos, listos para la batalla que se avecinaba.

Daemon estaba allí escuchando a los hombres que tal vez se convertirían en el reemplazo de Erryk como guardia real, solo uno de ellos sería elegido, y Criston Cole tenía una idea para que el rey lo eligiera a él y poder quedarse en el palacio. 

Criston Cole apareció de entre la multitud, su presencia envuelta en una aura de peligro y misterio. Rhaenyra sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando sus ojos se encontraron con los de él, y un nudo de ansiedad se formó en su estómago.

Mientras tanto, Daemon estaba ocupado probando la velocidad de un noble corcel, pues los caballeros se peleaban para mostrar sus maravillosos ejemplares al rey, y era un honor que él diera su opinión sobre sus monturas.

 En un instante de distracción, Criston Cole se acercó sigilosamente a Rhaenyra y la tomó por el brazo, arrastrándola hacia la tranquilidad relativa detrás de las caballerizas.

Nadie estaba atento a la reina, todos prestando atención del rey, y por suerte, Ser Harrold muy lejos de allí encargándose de la seguridad. 

El corazón de Rhaenyra latía con fuerza mientras se encontraba cara a cara con su antiguo tormento. Las palabras se atascaron en su garganta cuando intentó protestar, pero la mano firme de Cole la mantenía inmovilizada, silenciando cualquier intento de resistencia. Sabía que estaba en peligro, pero también sabía que debía mantener la calma si quería proteger su secreto más oscuro.

Si gritaba, la descubrían, si la descubrían, ella y Cole morían y ella no quería morir.

La presencia de Criston Cole era como una sombra oscura que envolvía a Rhaenyra, llenándola de temor y angustia. Su corazón latía con fuerza mientras él acariciaba su rostro con una mano que parecía emana maldad.

Rhaenyra apartó la mirada, sintiendo un profundo malestar ante su cercanía y sus acciones venenosas. No quería ceder ante él, no después de todo lo que había hecho en el pasado.

Las palabras de Cole resonaban en sus oídos, retumbando como un eco amenazador. 

- ¿Ahora te asusta estar a mi lado?-  preguntó con un tono lleno de malicia, como si disfrutara del miedo que inspiraba en ella.

Pero Rhaenyra no iba a ceder ante sus amenazas. - 

- No tienes ningún derecho a hablarme así-  respondió con determinación, tratando de mantener la compostura a pesar del miedo que sentía- Soy la reina y no tengo por qué tolerarte.

La risa burlona de Criston resonó en el aire, llenándola de un escalofrío. 

- ¿La reina? Eres solamente la mujerzuela del rey, ambos sabemos cómo eres-  dijo con desprecio, aumentando su cercanía con ella, intimidándola.

Criston Cole se acercaba cada vez más a Rhaenyra, su presencia imponente y amenazadora llenaba el espacio entre ellos. Su voz era un susurro cargado de malicia mientras pronunciaba sus exigencias.

- Ahora me harás un favor-  dijo con una sonrisa siniestra, mientras su mano acariciaba el rostro de Rhaenyra con un tacto frío y despiadado - Le pedirás a tu esposo que yo sea nombrado guardia real- dijo él simplemente.

Llamas rebeldes: La unión de los dragones (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora