Capitulo 27: La Manzana Feliz

49 6 5
                                    

Sisifo bajaba a gran velocidad las escaleras con rumbo hacia el segundo templo, donde esperaba advertir a Aldebaran de lo que había ocurrido con Shivane y avisarle de que el Patriarca se acercaba en compañía del señor Hakurei.

- Estamos en graves problemas - No podía dejar de pensar que eso no podía estarles pasando precisamente a ellos.

Se suponía que hombres con la inteligencia, fuerza y habilidades como las que ellos poseían no podían hallarse en un problema de esa magnitud... Superados completamente por una bebé que ni sabía cómo se llamaba lo que bebía de su botella, que habia conseguido ponerlos a ellos de cabeza en solo un par de horas y que por ella eran capaces de perder sus vidas.

- Tenemos que encontrarla pronto - Termino de pasar por el templo vacio de Leo para arrojarse hacia el de Cáncer, esperando que Manigoldo no se encontrará en su templo pues no quería dar explicaciones de ningun tipo y menos a ese santo tan burlon que podia delatarlo ante al Patriarca.

- Oye Sisifo, ¿ Qué ahora no pides permiso ni te anuncias para cruzar las casas ajenas ? - La voz arrogante del cuarto guardián se dejó oír por toda la sala y de la oscuridad, apareció la figura del caballero con su reluciente armadura y en sus manos un tabaco.

- Manigoldo buenas noches, tengo mucha prisa y nada de tiempo para dedicarte - Comento el Sagitario pasando rápidamente por la sala - Y no deberías fumar, el Patriarca viene bajando en compañía del señor Hakurei y si te ve te castigará -

Cáncer estuvo a punto de objetar y maldecir a su compañero hasta que le escucho hablar de su maestro, rápidamente apagó el tabaco y lo volvió cenizas con su cosmos para luego ir a lavarse la cara y la boca, de ninguna manera estaba dispuesto a recibir otro regaño y que está ves fuera debido a uno de sus pasatiempos.

- Maldición, como les gusta joder la vida de los demás -

Regresando a su puesto se dispuso a esperar la llegada de su maestro, más de media hora estuvo parado esperando a que se aparecieran los susodichos hasta que finalmente sintió la energía de loa gemelos entrando en el templo.

- Ya sería hora -

- Manigoldo, ¿ Nos estabas esperando ? - Sage se veía sorprendido por la expresión de su discípulo, no todos los días podía presenciar la preocupación y afecto de Manigoldo.

- Pues claro - Hakurei también se veía sorprendido por ese extraño actuar, pero sabía tan bien como su hermano que esa actitud era solo eso, una actuación - Ya están aquí y ya me vieron, no estoy haciendo nada malo ni estoy borracho, ya pueden irse -

- Sabía que era demasiado bueno para ser verdad - Se dijo el Patriarca con evidente decepción - ¿ Para eso era para lo que nos esperabas ? -

- ¿ Pues para que más ?, No es como si me gustara verte la cara de pasa que tienes todos los días de mi vida -

- Muchacho irrespetuoso -

- Ya déjalo Hakurei y vámonos ya, no estoy dispuesto a perder mi buen humor por la amargura de mi discípulo, que pases buenas noches Manigoldo -

- Si, si, adiós - Una ves que los viejos salieron del templo y se perdieron por las escaleras, el joven Italiano salió con dirección a la casa de Escorpion, pensando en que debía de aprovechar esa oportunidad para salir a divertirse un rato en compañía de su compañero de juerga - Oye Kardia, ¿ Está aquí ? -

- En la sala - De forma despreocupada y carente de respeto el Canceriano entró en laa habitaciones privadas del octavo templo, llegando a la sala donde su compañeros se encontraba sentado en el suelo y dándole la espalda.

- Oye amigo espero que estés libre y te sientas bien, por qué te invito a ir conmigo al pueblo para divertirnos un rato, ¿Que dices ? -

Pero Kardia no le respondió, ni siquiera volteó a verlo, solo se quedó dándole la espalda e ignorando su presencian, cosas extrañas y que hizo a Manigoldo irritar un poco.

El Tesoro de Virgo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora