El Tesoro de Virgo

Capitulo 12 : Segunda Visita

Degel estaba en su biblioteca pensando en lo que podría hacer para tratar de ayudar a Asmita con su peculiar situación, mientras que Kardia solo hablaba y hablaba con Manigoldo mientras disfrutaban de una segunda botella de vino que el bicho azul había conseguido dentro de uno de sus baúles.

- Tal ves puede ir a hablar con él y leerle un poco de estos libros - En sus manos Degel tenía un total de siete libros, cuatro de ellos hablaban del cuidado que se le tiene a los bebés, uno era de enfermedades y los otros dos eran de alimentación saludable.

El joven francés estaba muy preocupado por la salud de Asmita y también por el cuidado que esté le podría estar dando a la bebé, tenía ganas de ir a verlo, pero no estaba seguro de cómo podría reaccionar el rubio si de repente él se apareció en su templo cargando con esos libros, tenía la intención de ir y dejarle al menos los libros como una especia de ayuda, pero como Asmita era ciego no tendría ningún sentido hacerlo.

- Qué puedo hacer ? - Frustrado por qué no se le ocurría una idea que pudiera resolver su inquietud, se llevó las manos a la cara y se apoyó en la mesa - Piensa Degel piensa, debe haber una forma de ayudarlo - Trato de despejar su mente de todos los prejuicios y críticas que tenía acerca de Asmita.

No podía negar que en el fondo sentía que estaba muy mal él que el rubio fuera padre siendo tan joven, apenas tenía 14 años, aunque en esa época fuese normal, no estaba del todo de acuerdo, además de que Asmita era una persona impedida y carente de la delicadeza humana para tratar con un bebé.

- No... No puedo simplemente negar que no se de esto - Le era algo sorpresivo todavía aceptar esa realidad, pero no es como si pudiera revertirla, aunque si podía hacer dos cosas y esas eran hablar con el rubio, orientarlo acerca de los caminos que debía de tomar.

Daría su ayuda y tratarían de ser comprensible, a pesar de que creyera que eso era un completo error, estaba dispuesta a darle una charla acerca de la responsabilidad que ahora tenía y también pretendía tocar el tema de las relaciones y formas de protegerse de los embarazo no deseados... Y de paso le pediría permiso al patriarca para darle una charla a todos sus compañeros, pues estaba seguro de que esos comportamientos no debían repetirse en el santuario.

La bebé no tenía la culpa del padre, pero Degel pensaba que Asmita había obrado mal, muy mal, él, que siempre se había mostrado superior a todos y jamás había cometido una infracción, ahora cargaba con el peso de una responsabilidad demasiado grande, una responsabilidad para la que Degel no creía que estuviera listo jamás en su vida, Asmita siempre había sido muy cortante, demasiado engreído, arrogante, desconfiado, egocéntrica, casi narcisista, muy orgulloso, era una persona de trato muy difícil, siempre creyéndose mejor que otros y juzgando a los demás.

Su forma de hablar y expresarse parecía ser más una burla, su manera de enfrentar situaciones críticas era muy fría, Asmita era simplemente alguien que no parecía humano, la indiferencia que desprendía y esa juzgación con la que parecía medir a todos le eran muy desagradables, su forma de vivir en aislamiento y esquivando a los demás, siempre sumido en su meditación, tratando de desvelar los secretos del mundo pero sin conocer el mundo por sí mismo.

Degel podía entender que Asmita pudiera sentirse inferior o inseguro ante sus compañeros debido a su ceguera, podía entender que le fuera difícil relacionarse con los demás debido a su diferencia cultural y a la opinión tan abierta que tenía de todos, hasta podía entender que no compartiera ningún punto de vista de sus compañeros, pero lo que no entendía ni concebía, era que si el rubio quería dar el ejemplo de perfección, entonces porqué se involucró con una mujer ?, Fue tan descuidado que terminó teniendo una hija, una bebé de la cual él se encargaba... Él... Qué no sabía nada de las necesidades que tenía un bebé, del tacto y la delicadeza que debía tener con uno.