Tembló de forma inconsciente al ver cómo las figuras de sus superiores se acercaban hasta él, en medio de la sala central del segundo templo, hizo cuanto estuvo en su poder para preservar la calma, pero le era inevitable no sudar debido a los nervios.
- Buenas noches Aldebarán, que gusto volver a verte -
- Señor Sage, maestro Hakurei el gusto es mío, sean bienvenidos a la casa de Tauro - No tenía el valor suficiente para mirar a los viejos a la cara, mucho menos por qué sabía que podría delatarse más rápido si estos se daban cuenta de sus nervios.
Pero vaya que era difícil soportar la presión con ambas hombres enfrente de él, sobretodo por qué sabía que Sage ya conocía en algo la rutina que debía de tener Shivane, y por lo tanto, sería difícil, por no decir imposible, tratar de meter una excusa que fuera creíble a sus ojos.
- Disculpa si te interrumpimos en tu vigía, pero nos gustaría que pudieras conducirnos hacia la recamara dónde ahora está la pequeña niña que custodias -
Hablo Sage con serenidad, a pesar de sentir que algo no iba bien con su guerrero, comenzando por el hecho de que en lugar de estar al lado de la bebé, cuidando la y atendiendola como era su responsabilidad, Aldebarán volvía a prestar su presencia en la entrada del templo de Tauro, en evidente vigilancia, si bien le gustaba la dedicación que tenía el hombre con sus deberes de caballero dorado y guardian, no le parecía bueno que descuidara a Shivane y menos que la dejara sola.
- Eh... Patriarca vera - Carraspeó el hombre desviando la mirada, ocasionando con esa sola acción que Sage se pusiera alerta -
- Vamos Aldebarán, no baje todas esas escaleras solo para un intercambio amistoso de palabras - Interrumpio Hakurei con una sonrisa relajada - Quisiera ver si es verdad aquello que Sage me contó -
- ¿ No lo cree mi señor ? -
- Lo dudo profundamente - Con esa sonrisa de seguridad que usaba cuando estaba a punto de ganarle una discusión a su gemelo, Hakurei dió un par de pasos por la sala - Si bien no veo del todo malo el que ustedes, a pesar de sus deberes y responsabilidades se dediquen el tiempo de formar un entorno familiar, lo cual no sería lo más apropiado considerando su elección de vida, tampoco me opongo, pues el propio Ilias también tomo un tiempo similar y dió el primer ejemplo -
- ¿ Y si no te opones, por qué lo dudas ? - Pregunto Sage interrumpiendo a su gemelo en su explicación -
- Lo dudo, por qué hay diferencia en un hombre maduro que ya sabe cómo equilibrar las responsabilidades de sus decisiones y un niño de apenas 15 años de edad, que no a demostrado interés alguno en nada que le rodea -
- Las personas pueden cambiar - Contradijo Sage, decidido a no dejarse vencer por las conjeturas tan acertadas que daba Hakurei -
- Él no Sage - Plantando cara al menor, Hakurei se decidió a por fin eliminar la astullita del fastidio que su hermano le había clavado con esa absurda historia inventada sobre la concepción mágica de una niña, cuya existencia dudaba por el simple echo de que la explicación que este le dió, traspasaba todo lo conocido.
- Ya te veré tratarte tus palabras - La riña de ambos gemelos era tan palpable que Aldebarán, por un momento se sintió aplastado por la tensión del ambiente, cosa que abría preferido antes de tener que decirle al Patriarca lo que ocurrió con la pequeña Shivane.
Pero como el mundo no es perfecto y tampoco suele consentir los deseos humanos, el atrasable pero inevitable momento llego, iniciando con la pregunta cuya respuesta sentenciara para siempre el resto de su vida.
- Aldebarán, por favor, llévanos a dónde está mi pequeña para que este viejo decrépito y desconfiado la conozca - Hablo Sage con tono duro y sin dejar de mirar a su hermano mayor, que sonriendo volvió a cruzar sus brazos sobre su pecho.
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El Tesoro de Virgo
FanfictionEn la inmensidad del mundo terrenal los sentimientos eran aquello que comandaba las acciones de los hombres, algo tan común como eso, sentimientos de los cuales un hombre que buscaba la iluminación a través de la meditación profunda, buscando la ver...