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Fue a sus diecinueve años, Hyunjin se armó de valor y rodeó a Daewi. El gran dragón le miró con sus ojos desafiantes y caminó alrededor como si fuese un depredador a punto de comerse a su presa.

Hyunjin ya no lo tenía miedo como cuando era un niño, la gran bestia salvaje ya no le causaba terror. Tal vez estaba siendo demasiado orgulloso, pero después haber de pasado más de la mitad de su vida entre dragones, de algún modo se sentía tan bueno para manejarlos como cualquier otro Lee.

Dicen que la avaricia y la codicia de un hombre son sus peores enemigos, pero Hyunjin no se consideraba avaricioso ni codicioso, todo lo que hacía era necesario para su rol como guardia de Felix.

El príncipe estaba sentado en un rincón junto a los dragones que observaban como Hyunjin intentaba montar a Daewi.

Fue un espectáculo la primera parte del día, hasta que comenzó a volverse salvaje, Hyunjin decidió que estaba harto del dragón y que le enseñaría que él no necesitaba mendigar por su aprobación.

El chico alto y de cabellos cortos y oscuros se acomodó la ropa y empezó a correr hacia el dragón, Felix gritó y se cubrió los ojos con ambas manos, Manchado se removió ansioso y hasta lloriqueo. Hyunjin saltó sobre Daewi y el dragón escupió un poco de fuego alrededor y lo tiró hacia el piso como si fuera un asqueroso bicho.

—¡Hyunjin!—gritó el príncipe mientras corría hacia él.

Manchado también se acercó, él gruñó escandalosamente hacia Daewi, las cosas habían estado tensas entre ambos dragones.

—estoy bien—admitió Hyunjin tirado en el piso, observó el cielo nocturno, pero decidió mirar a su príncipe, él tenía las contestaciones más bellas en su rostro.

Felix rio bajito y negó con la cabeza—no te entiendo ¿Quién intenta montar a un dragón que le ha rechazado tantas veces?

—es mi misión—simplemente respondió con una suave sonrisa.

—pero no quiero que te haga daño, vas a hacerlo enojar—Felix lo ayudó a levantarme y le sacudió un poco la ropa—vamos a comer, has trabajado muy duro hoy.

Hyunjin asintió y sonrió con dulzura hacia su príncipe, Felix ya tenía diecisiete años, pronto cumpliría la mayoría de edad y aunque estaba contento porque ambos estaban más cerca que nunca, lo cierto es que su mayoría de edad solo traería complicaciones al reino.

El rey hizo un anuncio público de que Sooyoung no recibiría la mano de nadie en particular, que como la princesa tenía una buena fortaleza y estaba interesada en los estudios, el rey decidió que no se casaría pronto, hubo muchas quejas y hasta se corrieron rumores de un supuesto embarazo no deseado, pero nada de eso era cierto.

La única verdad aquí era que el rey estaba preocupado por su retiro y el reinado de Johnny, su hijo mayor.

Desde que Mark y Lydia se fueron del palacio ya había pasado algún tiempo, y aunque la alegría del castillo no volvió a ser la misma, poco a poco empezaban a mejorar las cosas.

El rey los recibió entre risas con sus dos hijos mayores—oí que Daewi te correteó hoy—dijo el hombre mientras bebía un poco de agua.

Sooyoung había estado acompañándolos temprano y probablemente ya les había contado sobre la tarde ajetreada que tuvo—Daewi tiró a Hyunjin al piso—Felix comentó con preocupación.

—todavía no ha intentado comérselo, hay que considerarlo un triunfo—aseguró Johnny.

—la verdad es que mi mayor temor es que me arranque un brazo, pero no parece que vaya a hacerlo pronto—Hyunjin tomó asiento junto a su príncipe y al ver la carne se ofreció rápidamente a cortarla.

Can't catch me now hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora