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Hyunjin está en la alfombra jugando con Kikito, su bebé está gateando mientras intenta perseguirlo, el rey ha dejado a un lado su corona y corre lentamente por la habitación para que su hijo intente alcanzarlo. Felix ríe sentado en un rincón, sus ojitos marrones brillan con ilusión cuando ve a Kikito sujetarse a uno de los banquitos, el bebé intenta levantarse por su propia cuenta, pero acaba cayendo al piso, sin embargo, no se rinde y sigue intentando seguir a su padre.

No hay mucho para hacer dentro del castillo cuando afuera está tan nevado que la nieve llega hasta la cintura, así que cuando el rey termina con sus tareas diarias, casi de inmediato se va con su esposo e hijo, están esperando a un buen pronostico para salir a pasear con los dragones y ese esperado día llega finalmente el sábado. 

Lord Minseok se queda a cargo del reino cuando Hyunjin empieza a alistar a los dragones para volar, Felix se ha encargado de abrigar bien a Kikito, debido a que su bebé aun es pequeño, Hyunjin es quien se carga de volar con él ya que deben ir a una distancia cerca de la tierra por el oxigeno, por otro lado, Felix se va alto con los demás dragones. 

Antes no los sacaban a todos juntos, su padre siempre les decía que se repartieran a los dragones para poder vigilar a cada uno, pero ahora solo eran ellos tres y ninguno podía quedarse atrás sin el otro, así que debían salir todos juntos incluso si eso implicaba que fuera un poco caótico. 

El príncipe tomó en brazos a su bebé y observó el huevo junto a la chimenea, no le gustaba dejarlo atrás, pero tampoco era muy útil llevarlo con ellos. 

En ocasiones pensaba que tal vez sería mejor dejarlo en la torre.

Pero ¿qué tal si nacía y no encontraba a nadie allí? un dragón sin nadie que lo reciba se convierte en un dragón huérfano, y un dragón huérfano no recibe ordenes de nadie, mucho menos de un humano, por lo que podría pelear con sus demás dragones y en el peor de los casos, Daewi o Manchado lo matarían. 

Dejó salir un suspiro y besó la mejilla regordeta de su bebé—¿vamos a pasear, Kiki? 

Su hijo chilló con alegría y con sus pequeñas manitos le acaricio el rostro. 

Cada día desde que Kikito había nacido, Felix no podía dejar de pensar en cuan pura y delicada era la inocencia de su hijo, y como su deber era mantenerlo así de dulce y amoroso. 

Dicen que los niños se tiñen de maldad ante el mínimo roce con la violencia, Felix deseaba que Kikito jamás tuviera que presenciar ningún acto violento o agresivo, pero reconocía que podría ser difícil considerando que era un príncipe. 

Hyunjin vino a buscarlo a la alcoba para llevarlo con los dragones, él tomó en brazos a su hijo y luego tomó la mano de su esposo. 

Aunque había vivido toda su vida en el castillo, ya nada era igual para él y los lugares que antes frecuentaba con total confianza, ahora no podía caminarlos sin la compañía de Hyunjin. 

Muy a menudo pensaba en su padre y en las conversaciones que tenían junto a la chimenea, se preguntaba cómo hacían las demás personas para dejar atrás la muerte de un ser amado, no sentía que pudiera olvidar pronto a su padre, de hecho, jamás podría olvidarlo, pero más allá de eso, tampoco podría asumir su muerte. 

En la mayoría de los casos se sentía viviendo en un ensueño, tenía al hombre que amaba y a su hijo, pero su realidad no parecía cierta. 

Faltaba su padre. 

Faltaban sus hermanos. 

A veces quería preguntarle a Hyunjin cómo lidiaba con la muerte, pero sentía que sería descorazonado preguntarle. 

Can't catch me now hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora