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Mientras Hyunjin se fue con los dragones hacia el castillo, Felix se quedó en la habitación con Kikito entre sus brazos y con Nieve durmiendo a sus pies, por los grandes ventanales solo podía ver un manto blanco y su corazón se sentía pesado. 

No era así como esperaba formar su familia, escondidos casi exiliados por culpa de los rebeldes, sin ninguno de sus padres o hermanos para que estuvieran a su lado, sin Hyunjin estaba completamente solo. 

Kikito se removió entre sus brazos y Felix lo observó con una suave sonrisa, el bebé abrió los ojitos y el príncipe se perdió en sus bonitos ojos oscuros, tenía los ojos de Hyunjin, tenía su cabello negro y su piel blanca, si pudiera saber como era Hyunjin de pequeño, entonces estaría seguro de que era justo como Kikito. 

—buenas tardes, Kiki—susurró acariciando su blanca mejilla, el bebé se removió ante su calor corporal, bostezo tiernamente y Felix se derritió de amor.

Con cuidado quitó sus pies de debajo del dragoncito a sus pies y éste le miró curioso cuando vio que Felix se levantaba del asiento para caminar alrededor con Kikito entre sus brazos. El rubiecito sostuvo bien contra su pecho a su bebé y empezó a tararear en voz baja una canción que su padre cantaba para hacerlo dormir después de una pesadilla. 

Nuestras sombras aún están bailando en cada habitación, en cada pasillo—cantó con suavidad mientras Kikito miraba las decoraciones de su cuarto—hay nieve cayendo sobre la ciudad, pensaste que se llevaría el amargo sabor de mi furia y todos los problemas que creaste, si, creíste que te saldrías con la tuya, pero estoy en los árboles, en la brisa, mis pasos en el suelo, ves mi rostro en todas partes, pero no puedes atraparme ahora. 

Cuando Hyunjin regresara, finalmente sabría si podrían volver al castillo y Felix estaba seguro de que podrían porque su enamorado había estado luchando todos estos últimos días para desalojar por completo a los rebeldes, se había estado reuniendo con los pocos aliados que les quedaban, y aunque mucho de ellos habían declarado que no creían que el príncipe pudiera liderar el reino como su padre lo hizo, Hyunjin se había encargado de convencerlos. 

Pero volver al reino implicaría toda una burocracia que Felix no quería revivir sin su padre y hermanos, tampoco quería exponer a su hijo para que docenas de lores lo miren y lo bendigan. 

Oyó el vuelo de los dragones y Felix tomó una bocanada de aire, Nieve empezó a caminar ansioso por la habitación, ya estaba siendo hora de que los demás dragones lo conocieran, había crecido bastante desde que nació, así que ya no se vería débil ante los demás dragones. 

Kikito levantó la mirada y Felix le sonrió—ahí viene papá—le susurró. 

Poco a poco empezó a oír el sonido de las puertas hasta que finalmente se abrió la puerta de su habitación, Hyunjin estaba con su armadura y emanaba frío, se quitó el casco y le sonrió—estoy de vuelta—anunció. 

—bienvenido—sonrió el príncipe, esperando que se quite la armadura para acercarse a él. 

Hyunjin se sacudió la ropa y se frotó las manos para agarrar algo de calor, entonces se acercó a ellos, primero tomó con ambas manos el rostro de Felix y lo besó, juntó sus frentes y sonrió, luego se inclinó y besó la frente de Kikito, pero por el frío de sus labios el bebé empezó a llorar escandalosamente, el príncipe rio bajito y Hyunjin se separó con las manos en alto. 

—oh, vamos, Kikito, solo es papá—rio Felix mientras lo mecía con cuidado, pero su hijo lloraba a tal punto que le brotaban las lágrimas en grandes gotas. 

Nieve corrió hacía Hyunjin y como pudo éste lo atrapó entre sus brazos, aunque siempre terminaba con la ropa rasgada—a Kikito no le gustará el invierno, aunque nació prácticamente en invierno.

Can't catch me now hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora