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Hyunjin lo abrazó con más fuerza mientras iban sobre Manchado, él le susurró cerca de la oreja—está bien, Felix, lamento haberte dejado atrás, debiste tener mucho miedo, de verdad lo siento.

Felix asintió varias veces entre su llanto, se estaba sujetando a Manchado, pero también quería tocarse el vientre, su bebé no dejaba de patear con fuerza y nuevamente estaba haciéndole daño. No entendía qué estaba ocurriendo con su propio cuerpo, tenía miedo.

Manchado llegó a la torre después de un viaje largo, el pobre dragón aterrizó de manera descuidada, probablemente muy cansado. Hyunjin lo ayudó a bajar y luego acercó agua hacia el dragón que no demoró en beberla, los demás dragones se acercaron a transmitirle calidez y contención a Manchado, Felix lo supo en ese momento.

Daewi ya no era más el líder entre ellos, Manchado se había ganado su justo lugar protegiéndolos a todos y rescatándolo.

—¿Cómo te sientes? ¿Te hicieron daño?—Hyunjin lo miró a los ojos y Felix negó con la cabeza.

No se atrevió a decirle que su padre lo había estado vigilando y por ende protegiendo para que nada le ocurriera, después de lo que Hyunjin hizo, tal vez decirle eso era demasiado—estoy bien, ni siquiera se me acercaron, estaban asustados porque no sabían quién se había ido con los dragones—susurró abrazándolo con dificultad, pues su pequeña pancita se interponía entre ellos.

Sintió los largos dedos de Hyunjin entre sus cabellos rubios, su enamorado lo mantuvo contra su cuerpo y luego deslizó sus manos hacia su vientre, su bebé seguía pateando y se calmó cuando las grandes manos de Hyunjin estuvieron allí.—tenía mucho miedo de perderlos—él confesó con los ojitos cristalizados.

Felix le miró y apretó los labios, pero no pudo contener su llanto y volvió a abrazarlo mientras lloraba contra su pecho, las últimas horas habían sido un desastre completamente inesperado y en un abrir y cerrar de ojos lo había perdido todo.

Su reino, su familia y gran parte de sus dragones.

Solo le quedaba Hyunjin.

Sus ropas estaban manchadas con restos de sangre de sus dragones y polvo de los escombros. Hyunjin lo llevó al baño y allí lo dejó esperando mientras calentaba agua para que se diera un baño.

En la torre entre las nubes estaban a salvo, aunque vinieran a buscarlos, no podrían subir porque solo era posible desde el cielo.

Pero la torre era solitaria y había estado abandonada por siglos.

Felix no quería pensar en nada, sin embargo, sentado en la orilla de la tina, solo podía pensar en Sooyoung, habría querido poder rescatar su cuerpo, no dejarlo atrás. Pensó también en su padre y en Johnny, ellos sabían que algo así ocurriría, estaban preparándose, pero no se alistaron con la anticipación suficiente.

Se tocó la pancita y se preguntó cómo harían ahora, estaban completamente solos y no sabían nada de la vida.

¿Permanecerían escondidos y encerrados por siempre?

¿Qué tenía que hacer o decir como el último Lee?

Sus ojitos marrones se llenaron de lágrimas, pero Hyunjin entró al baño con una olla de agua caliente, él se acercó con cuidado a la tina después de limpiarla y luego empezó a llenarla. Estuvo en silencio mientras preparaba todo con tranquilidad.

—sé que tú mente es un desastre ahora—él susurró luego de preparar el agua—pero necesitas descansar, el bebé está pronto a nacer y ya has pasado por muchísimo estrés—Hyunjin lo ayudó a levantarse y empezó a desvestirlo.

Felix bajó la mirada, tenía un nudo en su garganta e iba a contenerlo, pero no pudo—¿Qué haremos ahora, Hyunjin?—preguntó con el corazón roto.

Can't catch me now hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora