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Kikito ya no tenía fiebre, estaba durmiendo acurrucado contra Felix, afuera continuaba nevando y Hyunjin acariciaba con suavidad el cabello oscuro de su bebé. Todavía era temprano para levantarse, pero el caballero al que nombraría líder de sus tropas ya estaba en el castillo y merecía una recibimiento.

Hyunjin se removió para levantarse y su esposo no demoró en despertarse—¿Ya vas a levantarte?—Felix preguntó, todavía en su rostro tenía una expresión somnolienta y se veía hermoso así.

—Minhyuk llegó en la madrugada—recordó—lo recibiré y hablaré brevemente con él, después te traeré el desayuno, debes tener hambre ¿Cierto?

El rubiecito sonrió y acurrucó más contra su pecho a su bebé—todavía no, te esperaré para desayunar juntos.

—gracias—Hyunjin se levantó con cuidado de no despertar a Kikito y luego empezó a cambiarse la ropa.

Antes de irse dejó un beso en el cuello de Felix y observó como Kikito continuaba durmiendo en sus brazos.

El sonido de su armadura se oía por los pasillos, bajó las escaleras de manera apresurada, los sirvientes en el castillo empezaron a apresurarse con el desayuno para los hombres recién llegados, a lo lejos se oían los troncos romperse por los leñadores.

Todavía no eran las siete de la mañana, pero ya la mayoría estaba empezando con sus tareas diarias.

—buen día, rey Hyunjin—dijo uno de sus guardias—lord Minseok aún no se despierta, pero dio la orden de que preparemos la mesa para una reunión ¿Desea algo caliente para beber? ¿Algo para comer?

—para los invitados, desayunaré con mi esposo después—murmuró entrando a su despacho—ve a llamar a los hombres recién llegados y procura que lord Minseok llegue pronto.

—sí.

—ya estoy aquí—dijo Minseok con una sonrisa divertida—una de las sirvienta se encargó de despertarme.

—perfecto.—Hyunjin sonrió con alegría, le era de extremo alivio que su mano derecha fuera tan comprometido.

—¿Cómo se encuentra el niño?—Minseok tomó asiento y Hyunjin observó por los grandes ventanales los campamentos que se habían armado para los recién llegados.

—mejor, ahora duerme en los brazos de Felix—susurró.

—es un niño cariñoso.—pareció lamentar lord Kim, Hyunjin entendió porqué. 

Los hombres querían príncipes fuertes, estoicos y fríos.

—lo es.—decidió afirmar con orgullo. 

Eso no era lo que él quería de su hijo.

La puerta fue golpeada y luego su guardia entró con dos hombres—mi rey, en su presencia, el caballero Kim Suyeon y el caballero Lee Minhyuk.

Hyunjin observó a ambos hombres, probablemente estaban cerca de la edad de Johnny, no lo suficiente mayores, pero tampoco tan jóvenes como él. Kim Suyeon era el aprendiz de Minhyuk y por eso lo había traído consigo.

Minhyuk era alto, musculoso y de cabello oscuro, pero tenía la piel bronceada como los Lee.

—es un honor ser llamado para liderar sus tropas, rey Hyunjin—dijo cuando se adelantó unos pasos y se inclinó.

—lord Minseok me ha hablado de sus habilidades—decidió decir—un caballero excepcional y de buena cuna, lo que implica una buena clase, no soy un rey exigente, pero me gustaría que esté periodo fuera recordado como el de la memoria y la justicia, no soy amable, pero no soy un hombre ruin—murmuró—¿Entiendes lo que quiero decir?

Can't catch me now hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora