Can't catch me now hyunlix

12

Aunque es un guardia devoto y servicial, Hyunjin no puede negar que también es posesivo con su príncipe. No se considera a sí mismo un tipo que sometería a su enamorado, pero a veces tiene un impulso de pertenencia que reconoce no está bien.

Cuando otros miran a su príncipe, cuando llegan cartas solicitando la mano de Felix.

Hyunjin se siente impotente.

Felix es suyo.

—¿De nuevo?—preguntó cuando iban de regreso a la habitación del rubiecito.

—sí—asintió el príncipe—era lord Jeon, opina que su hijo es totalmente distinto a los demás y que el pobre y delicado príncipe no tendrá nada qué temer a su lado.

Hyunjin bajó la mirada mientras subían los escalones—¿Qué ha dicho tu padre?

—oh, seguramente no le ha dicho que el joven príncipe ya está enredado en los brazos de alguien más, pero le ha dado a entender que definitivamente no me casaré.

No dijo nada más, pero Felix le miró curioso cuando entraron al cuarto, Hyunjin se apoyó en el escritorio y perdió su mirada en los ventanales.

Felix hizo un pucherito y se acercó a él—¿Qué está mal, Hyunjin?

—nada en particular—murmuró.

—sé que hay algo mal, desde que fuimos al despacho de mi padre tienes está expresión de seriedad—Felix se colocó delante suyo y junto sus manos con suavidad, sus dedos se entrelazaron y Hyunjin suspiró.

—solo estoy celoso—admitió—eres el Lee más hermoso de tu familia, todos quieren estar contigo, lo que significa que todos ellos son mis enemigos y no me considero un hombre particularmente fuerte o influyente.

El rubiecito rio con ternura, apoyándose en el cuerpo de Hyunjin, le soltó las manos para abrazarlo y rápidamente sintió al guardia devolviéndole el abrazo.

—¿Por qué estarías celoso? Solo tengo ojos para ti y mi corazón solo late por ti—Felix se colocó de puntillas y le dejó un beso en la punta de la nariz—y te amo solo a ti.

Hyunjin suspiró y lo mantuvo cerca de su cuerpo—lo sé, pero no quita que me sienta inseguro.

—lamento que te sientas así, yo a veces me siento así también—él admitió, llamando la atención de Hyunjin.

—¿Por qué sería eso?

—¿No te das cuenta? La servidumbre te mira como si pudiera acercarse a ti, ardo de celos cada vez que los veo y me siento malvado y cruel por querer enviarlos lejos—susurró avergonzado, sus bonitas mejillas pecosas estaban coloradas e hizo que el guardia riera.

—ni siquiera sé que existen, eres el único para mis ojos y para mí corazón—Hyunjin aseguró.

—es lo mismo para mí, pero ya ves como son los sentimientos—Felix continuó apoyado en el pecho de Hyunjin y deslizó sus manos por su cintura—te quiero solo para mí.

—existo solo para ti—respondió cerrando los ojos cuando sintió las delicadas manos de su enamorado, el chico rubiecito le palpó el miembro sobre la ropa—¿Te sientes algo acalorado tan temprano?

—siempre quiero tocarte, me contengo bastante bien porque todos creen que soy un angelito dulce y tierno ¿Cierto?—Felix rio y se separó, el príncipe rápidamente se colocó de rodillas en frente suyo y Hyunjin tomó una bocanada de aire.

Nunca terminaba de acostumbrarse a la imagen delante suyo, su hermoso y delicado príncipe de rodillas para chupársela era algo con lo que alucinaba incluso cuando dormía, a pesar de que Felix siempre lo complacía.